El Gobierno autorizó el uso de las semillas genéticamente modificada HB4 e la Intacta. La medida busca reactivar la actividad agrícola, que fue golpeada por sequía
Fuente: eldeber.com.bo
José Luis Farah, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), destacó el avance que representa la incorporación de la semilla de soya HB4 y la intacta en Bolivia. Sin embargo, alertó sobre la necesidad urgente de abastecimiento de diésel para que la producción no se detenga en la próxima campaña de verano.
En una conferencia, Farah indicó que el gobierno, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierra y otros actores como ANAPO, trabaja en la implementación de una «vía rápida» para la importación de estas semillas, cruciales para la productividad del sector agrícola
La medida beneficiaría a aproximadamente 70.000 productores en el país, de los cuales 14.000 están afiliados a Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo). La introducción de biotecnología es un avance esperado que, según Farah, fortalecerá no solo la producción de soya, sino que eventualmente se extenderá al maíz, caña de azúcar, algodón y trigo.
Falta de diésel
No obstante, Farah advirtió que la falta de diésel podría frenar estos avances. Según el presidente de la CAO, el sector necesita más de 100 millones de litros de diésel para garantizar la producción en la campaña de verano, que abarcará alrededor de dos millones de hectáreas. «Si ya estamos trabajando en tener una semilla y nos falta el diésel, no avanzamos», expresó.
Esta situación obliga a los productores a coordinar directamente con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y las autoridades para asegurar el suministro necesario.
Farah también subrayó los efectos negativos de los bloqueos en el país, que obstaculizan el transporte de insumos y alimentos, afectando la producción y el acceso de los bolivianos a productos básicos. En cuanto al clima, expresó que, aunque las condiciones son inciertas, el sector está listo para iniciar la siembra en cuanto comiencen las lluvias.
De acuerdo a datos del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, a escala nacional los bloqueos generaron pérdidas de más 1.500 millones de dólares, de los cuales aproximadamente 970 millones de dólares corresponden al sector agrícola y pecuario.