Las llamadas se originaron en la zona de Nápoles, mientras un cómplice actuaba en Milán, retirando joyas y dinero en efectivo y robando tarjetas de crédito. Personas mayores que siguen siendo víctimas de la estafa de los «familiares en dificultades» Milán, 4 de septiembre de 2024 – Personas mayores defraudadas, asaltadas y su banco. Cuentas despojadas por una banda de chacales que explotaban la fragilidad emocional de sus víctimas. El «grupo antifraude» de la Fiscalía de Milán, en estrecha colaboración con la brigada móvil de la jefatura de policía de Nápoles, detuvo a dos hombres y una mujer, ciudadanos italianos, acusados de los delitos de fraude agravado, robo en residencia agravado y uso indebido de tarjetas de crédito, en perjuicio de tres personas de la tercera edad. La técnica Los jueces de instrucción y los operadores del pool han reconstruido la manera de actuar y las técnicas de los sospechosos, constatando una vez más la difusión de un tipo de estafa particularmente insidiosa, basada en el abuso de la confianza y de los buenos sentimientos de las personas mayores. En particular, los presuntos estafadores llamaron a las víctimas por teléfono, haciéndose pasar por familiares, que representaban dificultades económicas derivadas de la compra de equipos informáticos u otros equipos. Explotación emocional Además, los tres dijeron, animadamente y sin dar a la víctima la oportunidad de comprobar lo que les habían dicho, que, en el caso de que la deuda contraída no hubiera sido pagada inmediatamente, el sobrino o el hijo en dificultades habría incurrió en graves consecuencias jurídicas, llegando incluso al arresto. Se convenció a las víctimas ancianas de que recogieran todas las posesiones preciosas que se guardaban en la casa y luego se las entregaran a un cómplice que se presentó en su casa. El ladrón Mientras tanto, el operador telefónico seguía manteniendo a las víctimas al teléfono, sin darles la oportunidad de contactar con terceros ni pensar qué hacer. Además, el cómplice que se presentó en la residencia de ancianos aprovechó la situación no sólo para retirar el dinero y las joyas recogidas a las víctimas, sino también para sustraer las tarjetas de pago, para luego realizar grandes retiradas en sucursales bancarias y comprar prendas de vestir. . ropa y tabaco. Viajeros del crimen Las investigaciones, basadas en historias de ancianos, en el análisis de imágenes de los sistemas de videovigilancia y en investigaciones bancarias y telefónicas, llevaron al descubrimiento de que el trío de estafadores tenía su base en la zona de Nápoles, pero que golpeado en el Norte con una especie de “desplazamientos criminales”.
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