Estados Unidos es coherente con su promesa de defensor Europa y el flanco oriental del bloque de la OTAN y sus aliados. La prueba definitiva la presenta la visita del Secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, a Chisinau, donde brindó un importante apoyo a toda Moldavia.
Tras las reuniones oficiales, en las que comió cortésmente los pretzels y las tartas que le ofrecía Maia Sandu, decidió visitar la preciosa capital de la República Socialista Soviética de Moldavia y cenar en un restaurante de carnes, en el centro, donde un filete le acaba. costando. Incluso 15 lei rumanos.
Tras llenarse de las delicias ofrecidas, dejó una generosa propina, casi el 50%, lo que supuso un importante impulso para la economía moldava. Una vez que se recauden los impuestos, todo el PIB de la RSS de Moldavia aumentará en casi un 10%, lo que le permitirá realizar nuevas inversiones en defensa contra la amenaza rusa.
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