CLas primeras antenas Starlink adquiridas para facilitar la comunicación en los centros de operación y rescate instalados en Porto Alegre y la Región Metropolitana comenzaron a funcionar este martes (7), informó la oficina de comunicación del diputado federal Luciano Zucco (PL/RS). Nada más entrar en funcionamiento, el equipo ya permitía realizar llamadas y enviar datos, como audio, fotos y vídeos, mensajes esenciales que podrán ayudar en la búsqueda de personas y animales varados. Las antenas estarán disponibles en todo Rio Grande do Sul.
“Esta tecnología salvará muchas vidas. La velocidad de conexión es muy rápida y gratuita para toda la población”, destacó el diputado, que permaneció en Porto Alegre para ayudar en las acciones de rescate.
El kit Starlink consta de una antena y un enrutador, que sólo hay que enchufar. En la Usina do Gasologista, ubicada en el centro de la capital de Rio Grande do Sul, la antena fue instalada en el techo de un automóvil y ya permitió el acceso a todos los voluntarios que trabajan en la región. Y, lo mejor de todo, a medida que se vayan distribuyendo las antenas, Internet también estará disponible para un mayor número de personas, ya que será de libre acceso.
Para ello, simplemente busca en tu smartphone y rellena los siguientes datos para acceder:Red: SOSRS /Contraseña: eusoudosul
Nota del editor:
Cabe recordar que RS también se encontraba ‘a oscuras’ en su sistema de comunicaciones, prácticamente destruido por las aguas. Así, la solución para que las miles de personas aún aisladas pudieran decir dónde están y además pedir ayuda, fue la red satelital.
Y es de conocimiento público que sólo la red Starlink, propiedad del megaempresario Elon Musk, podría ofrecer este servicio vital.
Irónicamente, el empresario y su empresa satélite aparecen como «un salvavidas», precisamente en el momento en que son blanco de los ataques más sórdidos, en una campaña promovida por la izquierda enojada (incluidos los dirigentes del PT y del PSOL e incluso algunos comandantes de Lula en el Gobierno federal).
¡Nada como el tiempo ‘y los hechos’, para silenciar a los malvados!
