Desde principios de este año, tres familias de la comunidad de Valle Esperanza, en el municipio indígena de Oaxaca, México, han enfrentado una serie de dificultades, entre ellas discriminación, amenazas de desalojo e incluso violencia física.
Recientemente, la situación empeoró cuando las autoridades locales cortaron el suministro de agua a los hogares de estas familias. Según informó Portas Abertas, al visitar la casa de Carlos Velázquez (nombre ficticio por razones de seguridad), las autoridades le manifestaron: “Ya no te queremos aquí”, sugiriendo que busquen otra comunidad para vivir.
Esta hostilidad hacia Carlos y su familia se atribuye a su fe cristiana. A pesar de haber crecido en la fe cristiana, Carlos recién se comprometió con el cristianismo en 2020, lo que desencadenó una serie de ataques y discriminación por parte de la comunidad local.
La intolerancia religiosa se ha hecho evidente, especialmente porque muchos miembros de la comunidad se niegan a participar en celebraciones religiosas tradicionales, que Carlos considera contrarias a las enseñanzas bíblicas.
Para mantener la paz, Carlos llegó a un acuerdo con las autoridades locales en 2023, acordando contribuir económicamente mensualmente. Sin embargo, a principios de 2024, las autoridades rompieron el acuerdo y utilizaron tácticas de extorsión, como cortar el suministro de agua, para obligarlo a dar más dinero. La negativa de Carlos resultó en su injusto encarcelamiento.
A pesar de ser posteriormente liberado por la intervención de líderes municipales que comprobaron las falsas acusaciones en su contra, las represalias contra Carlos y su familia continuaron.
Carlos destaca la importancia de defender tus derechos y mantenerte firme ante la adversidad, no sólo para proteger a tu propia familia, sino también para evitar que casos similares ocurran en otras comunidades y afecten a más cristianos. En una comunidad formada por unas 60 personas, la minoría cristiana, la lucha de Carlos por la justicia y la libertad religiosa es una cuestión que trasciende los límites de su propia familia.