El riesgo país se desplomó en la semana y este viernes quedó en su nivel más bajo en 22 meses.En la última semana los títulos públicos en dólares avanzaron un 6% en promedio, en el caso de los Globales que son operados en Wall Street, y un 4% para los Bonares. De esta forma, estos papeles de la deuda soberana alcanzaron sus precios máximos desde octubre de 2020, poco después de que estos títulos reestructurados salieran a cotización en el mercado secundario durante la gestión de Alberto Fernández. En consonancia con esta recuperación, también retrocede el riesgo país, este indicador elaborado por JP Morgan, se ubicó debajo de los 1.800 puntos básicos y se posicionó en los 1.788 enteros, un mínimo desde mayo de 2022. Analistas de Portfolio Personal Inversiones explicaron que “la deuda soberana en dólares amplió la solidez con la que arrancaron la semana en la plaza local tras los feriados de Carnaval. Una vez más los Globales se mantuvieron al alza a lo largo de la última rueda ensanchando notablemente sus cotizaciones”. De esta manera, el precio promedio por outstanding (pendiente) se disparó hacia los U$S39. “Cabe mencionar que el contexto internacional mejoró con el correr de los días, aunque, no explica del todo el impresionante rebote que tuvo la deuda en dólares argentina. Si bien es esperable que las reacciones en activos de high beta como los títulos argentinos sean más pronunciadas, pensamos que no es el único factor que impulsa las cotizaciones de los bonos criollos”, evaluaron. “Si bien el contexto fue optimista, la performance de los Globales sobresalió por sobre el resto. Ciertos puntos del plano local pensamos que favorecieron la notable escalada de la deuda en dólares. Más allá del tropezón legislativo que significó el revés de la ley ómnibus, creemos que el segmento de deuda en dólares incorporó las señales positivas de los últimos días”, indicaron. La mirada del mercado En este sentido, sostuvieron que “la inflación relativamente baja de enero, la buena perspectiva fiscal de enero, la acumulación de dólares del Banco Central y las lluvias del fin de semana en la zona núcleo, que llegaron en un momento crítico para el maíz y la soja, son factores que podrían tener influencias positivas en las cotizaciones de los activos argentinos”. En tanto, un informe de GMA Capital describió que a pesar del revés legislativo por la ley ómnibus, “se nota un voto de confianza por parte de los inversores. Para afirmar esto nos basamos en el estado de gracia del peso -el ‘contado con liqui’- es el más bajo en términos reales en cuatro años- y en la fortaleza de los bonos en dólares, especialmente del GD30, que alcanzó su mayor valuación desde la restructuración”. “Con todo, entendemos que este apoyo del mercado es condición necesaria para evitar nuevas turbulencias nominales y aceitar el motor para estabilizar, pero jamás suficiente. El mayor mérito de la gestión parece haber sido esquivar con cierto éxito un proceso de espiralización. ¿Las claves de este pequeño triunfo? El cambio de régimen fiscal -objetivo de equilibrio financiero-, monetario -financiamiento al Tesoro cero y absorción de pesos vía Bopreal) y cambiario -salto discreto y acumulación de divisas con cepo- ofició de ancla temporal», precisaron. Además, «el bajón de la actividad (indicadores ‘tempranos’ de enero señalan desplomes de entre 20% y 30% en sectores claves de la industria y la construcción- y la caída del salario real colaboraron para mitigar el pass through de la devaluación a precios”, detallaron.
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