Esta tecnología permite una conexión directa entre componentes técnicos y el sistema nervioso.
La semana pasada asistí a una conferencia dictada por el doctor Cristian Peñaloza, CEO de Mirai Innovation Research Institution, en Osaka (Japón), sobre la neurotecnología y quedé asombrado al ver lo que se puede hacer con ella. La neurotecnología es un conjunto de métodos e instrumentos que permiten una conexión directa entre componentes técnicos y el sistema nervioso. Registran señales del cerebro y las ‘traducen’ en comandos de control técnico o manipulan el cerebro, aplicándole estímulos eléctricos u ópticos.
Al cerebro humano se le puede hacer seguimiento, sin que sea invasivo. Esta tecnología nos va a cambiar la forma en que vivimos. Con la inteligencia artificial, las aplicaciones de neurotecnología aprenden las señales que el cerebro debe emitir para que suceda algo cuando uno lo quiere hacer. Para dar un ejemplo, pueden hacer que el cuerpo se sienta menos cansado por las acciones que toma la aplicación de neurotecnología, que emite las señales que el cerebro le envía al cuerpo. Otro ejemplo es que con el simple pensamiento se puede activar un sistema de asistencia robótica para rehabilitación.
Un video que se mostró me dejó atónito: una persona con sus dos brazos naturales manejando un tablero con una pelotica rodando en él y evitando que se caiga. Esta persona tenía a su lado un brazo robot al que le emitía órdenes de hacer algo diferente: coger un vaso, y sin estar conectado a nada, solo con el cerebro. En esta, que es apenas una prueba de laboratorio, la persona pudo contar con tres brazos, dándoles órdenes a los tres con su cerebro, gracias a la neurotecnología.
Ya hay robots que parecen humanos y se comportan como tales, con los que las personas se comunican con voz o con señales y ellos entienden perfectamente y responden hasta simulando sentimientos, lo que se pudo apreciar en otros videos.
Un uso importante de esta tecnología es en la medicina, ya que ha habido casos exitosos de personas que no podían caminar debido a un accidente, implantando un chip en su cerebro, eso sí invasivo, por medio del cual se le envían órdenes a la pierna incapacitada para que vuelva a funcionar de forma coordinada con la otra.
La tecnología va a cambiar el mundo de manera radical y tenemos que aprender a convivir con ella. Veremos cosas que nunca nos imaginamos, como la descrita en esta nota. Serán muchas otras cosas que vendrán en un futuro.
GUILLERMO SANTOS CALDERÓN
guillermo.santos@enter.co
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