Era el mediodía del 2 de enero cuando los agentes del Servicio de Migración y Aduanas (ICE) se presentaron en la construcción de una casa en Nuevo México, donde Maximiliano Libreros Arcos trabajaba. “Los agentes llegaron sorpresivamente pidiendo papeles, y como nadie teníamos, nos arrestaron como a seis que estábamos ahí trabajando”, dice Maximiliano, un