En las últimas semanas, muchos medios de comunicación han destacado la difícil situación de los cristianos indígenas perseguidos en la comunidad de San Isidro el Arenal y en Oaxaca, México. El conflicto se intensificó hace un mes y tuvo como resultado el incendio de una iglesia, la detención de cristianos y la devastación y expulsión de muchos hombres y mujeres de sus tierras.
Vídeos en Internet muestran las casas de cristianos destruidas y la crítica situación. Aunque la Constitución de México garantiza la libertad religiosa, las numerosas comunidades indígenas de la ciudad de Oaxaca prohíben la práctica de cualquier religión que no sea el catolicismo. Sin embargo, es importante resaltar que es una mezcla de creencias mesoamericanas y culto a santos católicos, alejados de las enseñanzas cristocéntricas.
“Por eso aquellos que siguen el cristianismo bíblico están mal vistos. En estas comunidades se juzgan unos a otros según las costumbres locales y muchas veces cometen abusos en nombre de la tradición”, dice Yeraldo Hernández, pastor local, en un video que ha estado circulando en Internet.
En el mismo video, Moisés Sarmiento, otro pastor mexicano que visita a cristianos indígenas en Oaxaca para llevarles comida, dice que fue arrestado ilegalmente en la región. Él y otros cuatro pastores fueron detenidos durante unas horas. Los líderes cristianos fueron privados de sus pertenencias, desnudados e insultados en la cárcel.
“No tenemos miedo”
“Nos tomaron presos, nos juzgaron y dijeron que éramos personas que no podíamos entrar a la comunidad, que no éramos bienvenidos y que no podíamos predicar el evangelio”, dice Moisés. El pastor también dice que fue amenazado de muerte.
“Amenazaron con quemarnos vivos. No le tenemos miedo porque sabemos en quién confiamos, pertenecemos a Cristo, eso es todo lo que queda en nuestra mente”, añade.
Este no es un problema nuevo en México. Desde noviembre de 2023, al menos 13 cristianos de la región han denunciado acoso por su fe en Jesús. Los ataques implican cortes de energía, controles de carreteras para impedirles conducir al trabajo y confiscación de algunas de sus tierras. Durante el mismo período, un socio local de Puertas Abiertas comenzó a visitarlos para animarlos, orar por ellos y capacitarlos para responder bíblicamente a la persecución.
Según un equipo de Portas Abertas que investigó la situación, los cristianos locales abandonaron la comunidad poco después de que sus hogares fueran destruidos, pero recibieron apoyo de las iglesias locales, tanto legal como espiritualmente.
Además, organizaron campañas en las redes sociales para recaudar recursos económicos y materiales. También movilizaron protestas pacíficas en Oaxaca y Ciudad de México para demostrar la gravedad de la situación.
Actualmente, integrantes de Portas Abertas se están movilizando para dialogar con las autoridades de Oaxaca en busca de una solución más rápida al conflicto, para que la paz vuelva a existir en la comunidad.
Ayuda a los cristianos indígenas mexicanos
Al abandonar la religión tradicional de sus antepasados, los cristianos indígenas de México necesitan protección legal para responder a la persecución de las autoridades locales y los líderes comunitarios.con una donaciónles permites estar preparados para defenderse legalmente en casos de persecución en comunidades indígenas.
Fuente: Puertas Abiertas