La diseñadora peruana Sandra Weil es una artista de espíritu y una especie de pintora de oficio. La mezcla de elementos naturales es lo que la conmueve; su colección de otoño se tituló Biolight y se inspiró en el concepto de bioluminiscencia. «El punto de partida [of this collection] es el manejo de la luz y el color”, explicó. “Por eso las transparencias se vuelven tan importantes, por eso hay estos bordados superpuestos uno encima del otro… lentejuelas bordadas debajo de la organza”.
Todos los clásicos de Weil estuvieron presentes aquí. Los vestidos de noche, los trajes a medida y los corpiños (su pieza distintiva) se enriquecieron con estampados excéntricos, coloridos y abstractos, mientras que en otros lugares se mostraron tejidos fluidos y etéreos en tonos tierra sólidos. Weil siempre mantiene un pie en la Tierra y el otro en una nebulosa. Es bohemia, pero también empresaria, y su ropa muestra la tensión entre la creatividad y lo establecido. Es una cualidad que le permite a su marca ser “camaleónica”, como ella misma lo describe, ofreciendo a las mujeres prendas para todos los aspectos de sus vidas. Esta misma dicotomía estuvo presente en las dos colaboraciones de calzado que hizo esta temporada; uno con Birkenstock, y otro con Regina Romero, famosa por sus zapatos de fiesta, muy femeninos, de tacón muy alto. Weil tiene un eclecticismo que le es propio.