Clara Zepeda
Periódico La Jornada
Lunes 6 de mayo de 2024, p. 18
El Banco de México (BdeM) se mantendrá quieto esta semana, dejando el costo del crédito al que se financian empresas y personas en 11 por ciento; mientras, dos bancos centrales de América Latina, el de Brasil y el de Perú, reducirán sus tasas de interés, prevén analistas económicos.
El endurecimiento de las condiciones financieras globales, derivado de un cambio de las expectativas sobre la flexibilización monetaria en Estados Unidos, no ha sido suficiente para detener los ciclos de flexibilización monetaria en América Latina, pero los ha vuelto más cautelosos.
Banrep, en Colombia, evitó un recorte de tasas la semana pasada. En ésta se espera que el Banco Central de Brasil (BCB) y el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) reduzcan sus tasas y el Banco de México (BdeM) se mantenga estable.
De acuerdo con estimación de Barclays Latinoamérica, la autoridad monetaria de Brasil recortará la tasa de referencia Selic otros 0.5 puntos porcentuales el miércoles, hasta 10.25 por ciento, aunque reconoció que cabe la posibilidad de que se desacelere el ritmo de la flexibilización monetaria a 0.25 puntos porcentuales, , más en línea con lo que el mercado está valorando.
Por su parte, el banco central de Perú reducirá la tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual. Según analistas económicos de Barclays, se trata de una situación difícil, ya que la tasa ya es bastante baja, de 6 por ciento.
En el caso de México, la Junta de Gobierno del banco central dejará la tasa de referencia en 11 por ciento el próximo jueves. Esto significa una pausa en una etapa muy temprana del ciclo de flexibilización, que comenzó hace apenas una reunión, el 21 de marzo, explicó Gabriel Casillas, economista en jefe de Barclays para América Latina.
Prevé que el BdeM reanude su ciclo de flexibilización monetaria en junio, para continuar con un enfoque de recorte de tasas en cada dos reuniones para reducir la tasa a 10.25 por ciento para finales de 2024, y luego hacia 7.50 por ciento para el final de 2025.
La desinflación en México se ha desacelerado. La producción agrícola ha sido bastante volátil, debido a El Niño, lo que ha añadido volatilidad a la dinámica de los precios agrícolas. Esto compensa gran parte de la desinflación estacional derivada de los descuentos de verano en las tarifas eléctricas.