Actualizado
21 de noviembre de 2024, 07:42
Publicado
21 de noviembre de 2024, 07:42
CIUDAD DE MÉXICO – La nueva presidenta de México describió un delicado acto de equilibrio el miércoles, enfatizando la necesidad de trabajar de manera constructiva con el presidente electo Donald Trump y su promesa de deportar a millones de inmigrantes, al tiempo que insistió en que instará a políticas «humanitarias».
La presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo el mes pasado, dijo en una conferencia de prensa que espera presentar al líder entrante de Estados Unidos una propuesta que coincida con su objetivo de reducir la migración y al mismo tiempo enfatice su apoyo a los migrantes y sus derechos humanos.
La primera mujer presidenta de México, la izquierdista Sheinbaum, sigue los pasos de su predecesora, quien también enfatizó la retórica pro-migrantes pero, sin embargo, trabajó en estrecha colaboración con Trump, así como con el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, para reforzar las medidas destinadas a impedir que los migrantes lleguen al país. frontera de dos naciones.
«En algún momento vamos a presentarle al presidente Trump una propuesta humanista», dijo Sheinbaum, destacando que «reducirá la inmigración (y) atenderá las causas fundamentales» de por qué la gente abandona sus países de origen.
Sheinbaum sugirió que las llamadas iniciales con Trump, al que ha calificado reiteradamente de cordial, o con personas cercanas a él, pueden indicar una falta de oposición a sus ideas.
«No han dicho nada negativo sobre la propuesta que estamos haciendo», afirmó.
Durante su campaña, Trump destacó su plan de deportaciones masivas, a menudo ridiculizando a los inmigrantes como criminales.
También amenazó con imponer fuertes aranceles a los productos mexicanos, incluidos los del enorme sector automotriz del país latinoamericano, para aprovechar la cooperación en materia de vigilancia fronteriza. Los analistas políticos han dicho que una de las pruebas más duras que enfrentará Sheinbaum una vez que Trump asuma el cargo a fines de enero es la salud de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México.
Estados Unidos es, con diferencia, el mercado extranjero más importante de México, mientras que el año pasado México superó a China para convertirse en el principal destino de las exportaciones estadounidenses.
Sin entrar en detalles, Sheinbaum prometió que la relación con el vecino del norte de México será sólida.
«Todos los que dicen que nos tomamos a la ligera la llegada del presidente Trump, siempre vamos a ser positivos con la idea de que habrá una buena relación», dijo.
Pero sí sugirió que el mayor impacto negativo de las deportaciones propuestas por Trump no se sentirá en México.
«Con respecto a lo que se ha dicho sobre las deportaciones, ¿quién tendrá los mayores problemas?» preguntó retóricamente.
«Bueno, Estados Unidos», dijo. REUTERS