Crítica de la serie Familia de medianochecreada por Natalia Beristain, Gibrán Portela y Julio Rojas. La serie mexicana de Apple TV está protagonizada por Diego Calva, Renata Vaca, Joaquín Cosío, Sergio Bautista e Itzan Escamilla, entre otros artistas. El estreno de los primeros episodios en Apple TV+ fue el 25 de septiembre de 2024.
«La onda es que en la Ciudad de México el Gobierno tiene 100 ambulancias para atender a casi 10 millones de habitantes». Ahí es justo donde entra la Familia de medianochelos Tamayo y su ambulancia privada con la que intentan llenar cada día su nevera.
AppleTV+ tiene nueva apuesta original desde México que nos sumerge en las entrañas del D.F., de sus calles y sus gentes que palpitan al ritmo de sirenas y luces de emergencia. Pero este cuento ya nos lo han contado: la serie está basada en el documental homónimo de 2019 que ponía en portada las carencias de su sistema de salud. «Las pinches matemáticas no dan», nos cuenta en off Marigaby (Renata Vaca).
El salto al drama lo hace de esta historia basada en hechos reales lo hace de la mano de Natalia Beristain, Gibrán Portela y Julio Rojas; tres cineastas con largo recorrido en México y en plataformas como Netflix con éxitos como Güeros oh Luis Miguel, la serie.
La Familia de medianoche la forman Ramón (Joaquín Cosío), el patriarca, y sus hijos Marigaby, Marcus (Diego Calva, de Babilonia) y Julito (Sergio Bautista). La tripulación de paramédicos que intentarán salvar las vidas mientras ponen en orden sus propias historias.
Marigaby es la protagonista natural de la serie y el corazón de su familia. Una estudiante de medicina inteligente, ambiciosa y excesivamente empática que se ve obligada a dejar al otro lado de las carreras de su ambulancia familiar las noches de una juventud que nunca volverá.
Drama social, acción, aventura familiar, crítica al sistema… Familia de medianoche es todas ellas, pero ninguna a la vez. Y su falta de definición será el lastre de su potencial.
Entre reanimaciones cardíacas y abandonos familiares
La situación de las calles de México estará salpicada por el drama familiar de los Tamayo. Un padre con problemas cardíacos del que dependen sus hijos, una madre que abandonó a su familia y ahora no sabe cómo recuperarlo y un hermano mayor cuya vida amorosa parece llevarle por el mismo camino de abandono.
Esa es la temática central de la serie: la ausencia. La de Marygaby en las fiestas de la universidad, la de Julito en el colegio, la de Marcus con su pareja. Y, por supuesto, la del gobierno en la protección de sus ciudadanos, la de los escrúpulos desaparecidos con el mercadeo de la salud y el bienestar.
Toda la esencia de la serie está inevitablemente recogida de lo que se desborda del documental original. Una familia que opera una ambulancia privada en una ciudad donde el sistema de salud público es insuficiente, con el giro casi obsceno de pedir la paga cuando llegan al hospital.
Y, ¿qué queda en Familia de medianoche para Apple TV+? Aunque tiene una poderosísima base social para hacer de baluarte, todas sus buenas intenciones son promesas que no llega a cumplir.
Los dos primeros episodios lanzados con su estreno ya son poco consistentes. La trama se dispersa entre ideas que aparecen y desaparecen sin una evolución natural, con el montaje perdido entre secuencias que no favorecen en absoluto el desarrollo de sus personajes.
Es paradójico. Las carreras nocturnas en ambulancia, con personas al borde de la muerte, deberían ser elementos narrativos lo suficientemente poderosos como para alimentar el drama y la acción, pero la selección de música y, en algunos casos, la escenografía, hacen desaparecer toda adrenalina.
Aún cuando las interpretaciones son sólidas, con Renata Vaca y el pequeño Sergio Bautista que encuentra un equilibrio perfecto entre la inocencia y la valentía de un niño, sus historias no tienen un rumbo claro. Nos salpican con escenas de unos y otros saltando entre espacios temporales sin orden ni concierto.
Ese es su punto fuerte. La solidez con la que Marigaby muestra fortaleza y vulnerabilidad, la dinámica familiar y la química que los rodea en ese salvavidas ingrato que es su ambulancia consiguen que nos involucremos en su historia, sus problemas y sus emociones.
Ahora bien, ¿es suficiente para enfrentarse al desafío de expandir una historia real que ya explotó la idea sin artificios en su documental? Con los episodios disponibles, la respuesta está más cerca de la negativa, pero abierta a lo que puedan retorcer el drama para enriquecer una más que necesaria crítica social.
Familia de medianoche es una propuesta que fluye más por su temática que por su contenido. Un drama familiar que combina acción y crítica social con muchas inconsistencias en ritmo y montaje, y que sólo florece a través de la química interpretativa de la familia Tamayo.
Como toda producción nacional, la nueva serie original de Apple TV+ tendrá el calado asegurado en un México al que refleja sin estereotipos; una capital en la que se apoya para dar visibilidad a sus particularidades culturales y sociales. Ojalá sea el motor del cambio para dar la vuelta a la tortilla en el resto de la temporada.
Fuera de sus fronteras, queda poco que podamos tener en el recuerdo de una serie que no quiere hacer daño a nadie, pero tampoco resuelve problemas que merezcan la pena ser recordados en el sempiterno bombardeo de contenidos similares de todas las plataformas.
VALUACIÓN:
Familia de medianoche es una serie que, a pesar de su potente premisa, no ofrece la misma fuerza narrativa: una trama dispersa y un montaje deficiente afectan el desarrollo y la emoción, haciendo que dependa de la química del elenco para sostenerse, sin ser capaz de destacar.
LO MEJOR:
El trabajo de Renata Vaca y Sergio Bautista, y la química familiar entre los Tamayo.
LO PEOR:
Una trama inconsistente y un montaje poco inspirado limitan el desarrollo de personajes y su ritmo.