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16 de septiembre de 2024 14:37
Cuando un joven atacó a Donald Trump en julio, fue la primera vez que un asesinato político, ya sea un intento o no, se había introducido en la política presidencial en más de 40 años. Ahora parece haber sucedido una segunda vez en dos meses. ¿Qué está pasando aquí? Esto ocurre casi una semana después de que Donald Trump y JD Vance iniciaran una campaña de incitación racista contra los inmigrantes centrados en Springfield, Ohio, un esfuerzo tan destructivo e imprudente que el alcalde republicano y al menos dos de los tres supervisores republicanos del condado le han rogado a Trump que se detenga o han cuestionado públicamente si siquiera votarán por él porque están muy molestos por ello. La ciudad se ha visto sacudida durante la última semana por repetidas amenazas de bomba, evacuaciones escolares, el cierre de una universidad local que ha pasado a estudiar a distancia. Esto ni siquiera cuenta la experiencia de los inmigrantes haitianos que están siendo aterrorizados por los extremistas pro-Trump que Trump y Vance han incitado contra ellos.
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