CIUDAD DE MÉXICO — El embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, dijo el jueves que una reforma judicial propuesta por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, representa un «riesgo» para la democracia de México y «amenaza la histórica relación comercial» entre México y Estados Unidos.
La propuesta, que incluye una disposición que exige que los jueces sean elegidos, ha provocado una feroz protesta de los inversores y las instituciones financieras en los últimos días, mientras el peso mexicano cae constantemente en los mercados de divisas.
“Las democracias no pueden funcionar sin un poder judicial fuerte, independiente y no corrupto”, dijo Salazar a los periodistas. “Cualquier reforma judicial debe tener garantías de que el poder judicial se fortalezca y no esté sujeto a condiciones políticas”.
Dijo que la reforma propuesta «ayudaría a los cárteles y otros malos actores a aprovecharse de jueces inexpertos con motivaciones políticas» y «crearía turbulencias» tanto económicas como políticas en los próximos años.
Las medidas permitirían que prácticamente cualquier persona con un título en derecho y algunos años de experiencia como abogado se convierta en juez a través del voto popular.
En vista de las importantes victorias electorales del partido Morena de López Obrador en junio, académicos, instituciones financieras y empleados judiciales dicen que los cambios allanarían el camino para llenar los tribunales con jueces con sesgo político. Eso podría dar al partido gobernante el control de los tres poderes del gobierno y asestar un golpe al sistema de pesos y contrapesos, advierten.
La propuesta debe ser aprobada por el Congreso recién elegido de México, que asumirá funciones el 1 de septiembre y en el que Morena y sus aliados tendrán mayoría. El mandato de seis años del presidente concluye el 30 de septiembre y La presidenta electa Claudia Sheinbaum también ha defendido la propuesta.
Salazar esquivó múltiples preguntas de los periodistas que preguntaron si la adopción de la reforma resultaría en sanciones o acciones por parte de las autoridades estadounidenses contra México.
López Obrador, un populista contrario a las agencias reguladoras independientes, ha estado durante mucho tiempo en desacuerdo con el poder judicial.
Sostiene que los jueces son parte de una “mafia” que se le opone y dice que la propuesta tiene como objetivo acabar con la corrupción. Ha continuado con sus diatribas contra el sistema judicial.ignoró las órdenes judiciales y se enfrentó públicamente a los jueces con cuyas decisiones no estaba de acuerdo.
Aunque Salazar dijo que erradicar la corrupción en el poder judicial de México no es una mala idea, expresó su profunda preocupación por la perspectiva de tener jueces elegidos.
“La elección directa de jueces representa un riesgo para el funcionamiento de la democracia en México y la integración de las economías estadounidense, mexicana y canadiense”, dijo Salazar.
Las críticas a los cambios propuestos han aumentado a medida que miles de jueces y empleados judiciales comenzó la huelga esta semanaparalizando así la mayoría de los tribunales federales.
Sus preocupaciones fueron compartidas por las principales instituciones financieras tanto de Estados Unidos como de México.
El martes, Morgan Stanley rebajó su recomendación para invertir en México, diciendo que la reforma “aumentaría el riesgo”. Otros, como Citibanamex, advirtieron que la aprobación de la propuesta podría terminar en la “cancelación de la democracia liberal”. El peso mexicano ha caído desde que los trabajadores judiciales comenzaron sus huelgas el lunes.
López Obrador ha restado importancia a las preocupaciones, argumentando el miércoles que la caída del peso se ha debido a cambios más amplios en el mercado mundial. Dijo que la idea de que su reforma judicial ha causado el problema del peso es una «completa mentira».
