El gobierno de Nueva Zelanda ha firmado órdenes de extradición para el creador de Megaupload, Kim Dotcom, poniendo fin a una batalla legal de una década y despejando el camino para su envío a Estados Unidos para ser juzgado.
Estados Unidos ha acusado al empresario de Internet de extorsión, conspiración para cometer infracciones de derechos de autor y conspiración para blanquear dinero, entre otras cosas. Dotcom ha argumentado que su empresa no puede ser responsable del comportamiento de los usuarios.
“Él analizó toda la información cuidadosamente y decidió que el Sr. Dotcom debe ser entregado a los EE.UU. para ser juzgado”. El ministro de Justicia, Paul Goldsmith, lo anunció el jueves. “Como es práctica habitual, le he dado al señor Dotcom un breve período de tiempo para que considere y reciba asesoramiento sobre mi decisión. Por lo tanto, no haré más comentarios en esta etapa”.
Al parecer, Dotcom estaba al tanto de la decisión a principios de esta semana, publicando en X que “La obediente colonia estadounidense en el Pacífico Sur acaba de decidir extraditarme por lo que los usuarios subieron a Megaupload”.
El ejecutivo tecnológico nacido en Alemania creó Megaupload en 2005 y se mudó a Nueva Zelanda en 2010. La plataforma, que permitía a los usuarios cargar y compartir contenido fácilmente, terminó siendo confiscada por el FBI en 2012.
Washington ha alegado que Dotcom y otros tres funcionarios de Megaupload causaron más de 500 millones de dólares en daños a estudios cinematográficos y compañías discográficas al alentar a los usuarios a compartir material con derechos de autor.
Dotcom ha sido un defensor vocal del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y un defensor de la libertad de expresión en Internet. Se han presentado cargos contra él. Descrito como “motivado políticamente” y “guerra jurídica convertida en arma”.
En 2017, Dotcom argumentó que las leyes de Nueva Zelanda establecían claramente que una plataforma no puede ser considerada penalmente responsable por las acciones de sus usuarios. En 2020, los tribunales gobernó que los cuatro acusados sólo podrían ser extraditados por cargos de violación de derechos de autor, pero no de lavado de dinero, en lo que Dotcom describió como «una mezcla de cosas»
Dos de los acusados, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk, llegaron a acuerdos con el gobierno de Nueva Zelanda para evitar la extradición. Fueron condenados a penas de prisión en 2023. El cuarto ejecutivo, el director de marketing Finn Batato, murió en 2022.