El Banco Central de Brasil mantuvo la tasa de interés básica en 10,50% anual, en línea con la decisión adoptada en la reunión de junio, cuando interrumpió una serie de siete recortes consecutivos, pese a las críticas del presidente brasileño.
El Banco Central tomó la decisión por unanimidad y citó en un comunicado un escenario externo «adverso», marcado por la «incertidumbre» en torno a la política monetaria de la Reserva Federal norteamericana, que el miércoles mantuvo estables los tipos de interés, pero se mostró abiertamente a recortes. en el futuro cercano.
En el escenario interno, la institución apuntó a un dinamismo económico mayor al esperado y una inflación que se ha desacelerado en los últimos meses.
Sus proyecciones de inflación para 2024 y 2025 son del 4,1% y 4%, respectivamente.
En cuanto a la política presupuestaria del Gobierno brasileño, el banco central destacó la importancia de que sea «creíble» y «comprometida» con la sostenibilidad de la deuda, para contribuir a la estabilización de los precios.
Para las próximas reuniones, la dirección de la institución advirtió que la política monetaria debería seguir una línea similar.
Después de que el Banco Central decidiera, en junio, no bajar el tipo de interés, el presidente brasileño Lula da Silva atacó al director de la institución monetaria, Roberto Campos Neto, al que acusó de ser un «adversario político».
Además, el presidente brasileño afirmó que el sustituto de Campos Neto, que finaliza su mandato a finales de este año, normalizará la economía, cuyo modesto crecimiento Lula da Silva atribuye a los elevados tipos de interés.