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La historia de Libus: de la fábrica familiar en Berazategui a una multilatina con plantas en Brasil, Chile y México

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La empresa familiar de productos termoplásticos la jerga inició su actividad industrial en 1952, con una planta en la localidad bonaerense de Berazategui. Desde entonces, se fue haciendo un lugar en el mercado nacional hasta lograr proyección regional.

Como parte de ese envión, Lucas Argul, tercera generación familiar de empresarios, creó en 2004 otra empresa «dentro» de la empresa. Encontró un nicho de negocio que se propuso desarrollar aprovechando parte de la capacidad instalada de la compañía fundada por su abuelo.

Así fue como fundó Libus, empresa dedicada a la producción de elementos de protección personal para la industria y otras actividades relacionadasque con el paso de los años logró ingresar al mercado latinoamericano.

En la planta modelo de Berazategui, con más pasión que capital y trabajando codo a codo con sus hermanos Ignacio y Lisandro, ideó, diseñó e hizo los moldes para producir localmente una serie de productos como cascos y orejeras que sólo podían conseguirse en Argentina trayéndolos del exterior, a precios muy altos.

En base a un plan de inversiones en tecnologíay énfasis en investigación y desarrolloen menos de una década la empresa consiguió un nivel de crecimiento anual explosivo. Y uno de sus grandes impulsos fue su homologación como Proveedor Minero, certificación que le permitió instalar en la Patagonia su principal centro de operaciones comerciales en el país.

La actividad de la empresa también pegó un fuerte vuelco con la irrupción de la pandemiacuando muchas industrias se paralizaron. En 2020 apelaron al know how acumulado en protección facial para crear un kit de seguridad para la prevención de contagios del coronavirusconsistente en un protector transparente con tratamiento anti empañado.

El inicio de la expansión regional

A inicios de 2014 comenzaron la expansión regional con la apertura de una fábrica en San Pablo para abastecer el mercado brasileño. Ese plan de expansión estuvo apalancado también en acuerdos de distribución en distintos países.

En enero de 2013 entraron por la puerta grande a la Capital Federal con la inauguración de oficinas en Puerto Madero, donde además de tareas comerciales desarrollaban un programa de Capacitación y Prevención en Seguridad Industrial, que exportaron junto con sus productos a Perú, Bolivia y Paraguay.

Luego llegó la inauguración de una planta en Chile. Y a fines de mayo de 2024 lograron uno de los objetivos más deseados: con una inversión de u$s2,3 millones abrieron en México una fábrica propia, que también le permite participar del mercado estadounidense.

En la inauguración de la fábrica en México participó el fundador de Libus, Lucas Argul, actual presidente global de la compañía; y el director general de la planta de Libus en México, Mariano Zurlo.

Lucas Argul comentó: “Esta cuarta planta en Latinoamérica se define como una operación comercial creciendo hacia otros países. Esperamos que sea la planta más grande de esta región, ojalá no sea la última y esperamos continuar expandiéndonos”.

“México tiene una grande e interesante industria manufacturera, minera, petrolera, y elegimos Nuevo León porque ya teníamos desarrollado una parte del mercado en este lugar, que crece a una tasa mayor que el promedio nacional, además de su cercanía con el mercado americano que nos interesa atacar”, añadió Argul.

“Estamos muy entusiasmados de llegar a Nuevo León y acercar nuestras mejores prácticas en innovación de productos de alta calidad para ayudar a que las personas desempeñen un trabajo seguro. Estamos ansiosos de sumar a la competitividad de México y tener mayor capacidad de atender a nuestros clientes en pro de un futuro sostenible”, señaló Zurlo.

Con una extensión de 2.500 metros cuadrados, la fábrica abastecerá la demanda de equipos de seguridad e higiene del sector de maquiladoras, que cuenta con casi 3 millones de empleados directos.

También atenderá a industrias como la metalúrgica, automotriz, electrónica, química, alimentaria y textil. También apunta a compañías nuevas y otras recién llegadas a México ante el fenómeno del nearshoring por la proximidad con el mercado de Estados Unidos.

La planta está orientada a abastecer el mercado mexicano y norteamericano, principalmente, con foco en la frontera norte y el despunte de estados como Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

La planta cuenta, en su fase inicial, con 3 líneas de producción dedicadas a la elaboración de cascos, anteojos y protectores auditivos. La capacidad de producción total de la planta será de 280 mil elementos de protección personal (EPP) mensuales: 200 mil anteojos y 40 mil protectores auditivos y cascos, respectivamente.

Una fábrica con prácticas sustentables

De esta forma, se prevé que en el mediano plazo esta planta incorporará nuevas líneas de producción de acuerdo con el portafolio de Libus que abarca más de 128 productos propios para la zona de cabeza repartidos en 7 líneas segmentadas: protección craneana, ocular, facial, auditiva, respiratoria, para soldadura, detección de gas y equipos autónomos, además de toda la línea de servicios disponibles para los profesionales y líderes de higiene y seguridad que incluyen entrenamiento, software, despacho de consumibles, telemedicina, entre otros.

El desarrollo en investigación e innovación aplicado en Nuevo León es el que la empresa aplicó en Berazategui, que pasó a ser su planta modelo para las que tiene en Chile, Brasil y ahora en México.

Por eso cuenta con un enfoque completo en prácticas sustentablesque van desde el manejo de residuos, consumo energético, uso de nuevos materiales sustentables fácilmente degradables y empaques eco-amigables.

Los procesos de fabricación diferenciados permiten generar un 10% menos de emisiones de carbono que el promedio de la industria.

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