Los gobiernos locales en nuestro país han adoptado un discurso de apertura y han asumido un papel mucho más activo para tomar las riendas sobre los temas que hoy más nos preocupan a los colombianos, como son la seguridad, la movilidad, infraestructura y la búsqueda de más oportunidades. Además, hemos visto cómo han integrado con más fuerza la tecnología en sus planes de gobierno como un eje de desarrollo empresarial, así como un elemento clave para apalancar el desarrollo sostenible de las ciudades y acercarse cada vez más a los ciudadanos.
La economía digital está experimentando un notable crecimiento en muchas de las regiones y ciudades principales del país, especialmente en zonas donde el desarrollo industrial es más fuerte. Con el auge de la virtualidad esta tendencia ha generado oportunidades de empleo en áreas con bajos índices de desarrollo económico. Ejemplo de esto son, Bogotá, con el desarrollo del Distrito de Ciencia Tecnología e Innovación; Medellín, con la creación del Distrito Especial de Tecnología e Innovación; y Cali, que ha ganado visibilidad en el ecosistema digital a través del cluster de la Cámara de Comercio y Zona América. Otras regiones están revisando su línea base de cara a identificar oportunidades que los pongan en la lupa de desarrollo donde la economía local pueda aprovechar la digitalización para aumentar su competitividad y fomentar el desarrollo de un sector basado en el conocimiento.
Las regiones también se han planteado planes de reactivación económica y la generación de nuevos empleos, con un enfoque prioritario en el sector tecnológico para abordar la brecha histórica existente.
Más que hablar sobre una región u otra, estamos poniendo sobre la mesa una oportunidad única que tiene nuestro país al aprovechar la era de la economía digital, creciendo en el mercado de servicios de valor agregado, y aportando a la productividad de los sectores y de las mipymes, donde Colombia tiene aún grandes desafíos. El enfoque en el desarrollo del sector digital en los planes de desarrollo representa una oportunidad para fortalecer la competitividad de las ciudades, este impulso debe ser aprovechado por todos los actores del ecosistema, donde la economía local debe jugar un papel crucial.
Las regiones también se han planteado planes de reactivación económica y la generación de nuevos empleos, con un enfoque prioritario en el sector tecnológico para abordar la brecha histórica existente. Los esfuerzos se deben concentrar en mejorar las capacidades STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), de los jóvenes y articular la formación a las necesidades de una industria que está en constante evolución, y que necesita un sistema educativo y un sector empresarial que responda a esto.
¿Podría esta ser una nueva industria que veremos desarrollarse en los próximos años en nuestro país? Si esta articulación da frutos y los gobiernos locales fortalecen lo que ya existe, es posible que veamos entornos locales más competitivos. Los ecosistemas tecnológicos más robustos en el mundo han tenido una convergencia entre lo público y lo privado, dejando a los actores locales en el centro y asegurando que el conocimiento y las habilidades permanezcan en el país, al tiempo que se fomentan las conexiones, el intercambio de conocimiento y la colaboración.
Sigo convencida de la importancia de hablar y promover una Colombia origen de software y de impulsar un ecosistema digital local, pues si bien hoy enfrentamos grandes brechas y desafíos para lograrlo, solo cuando integramos esta visión en las discusiones de agenda de los gobiernos locales y nacionales como eje de la competitividad del país, es cuando podemos identificar qué tenemos y trazar una ruta para lograrlo. Es buena hora, alcaldes y gobernadores, para construir juntos una Colombia origen de software.
