Salud
Todo comienza a partir de una entrada conectada con la cocina a través de una fina cortina de seda. La apertura de este nuevo espacio central permite disfrutar de las vistas de fachada desde una distancia mucho mayor y, especialmente, dotar de luz a un espacio anteriormente en constante penumbra.
“El principal desafío que encontramos era que la casa estaba supercompartimentada. La entrada más cocina se componía de tres estancias diferentes, así que hemos unido estos espacios que nos permite tener ventilación cruzadailuminación por ambos lados y cocinar mientras disfrutas de la vista a través de la ventana”, cuenta Jesús Díaz Osunade Febrero Studio, a AD España. “Ahora esta casa luce más saludable, vivible y luminosa en un lugar que antes era un zulo. Jugamos con la ventaja de que el cliente nos dio carta libre y estaba muy cómodo con la idea de una cocina escultórica que fuera zona de entrada y permitiera distribuir mejor la casa”.
Este espacio central se diferencia también a nivel de materialidad, siendo el único en tonos neutros de la vivienda, recurriendo a una tonalidad mucho más oscura en el resto de las estancias. Tanto a nivel cromático como funcional, el espacio de cocina y entrada supone un soplo de esperanza que permite reinventar el resto, ganar amplitudjugar con la luz, aceptar la oscuridad.