Tres de los mayores fabricantes de vehículos eléctricos de China –BYD, Chery y SAIC– están en conversaciones con las autoridades mexicanas sobre el establecimiento de plantas de ensamblaje de automóviles en la segunda economía más grande de América Latina, lo que genera preocupaciones de que las empresas chinas encuentren una manera de eludir las restricciones estadounidenses. A los funcionarios del gobierno estadounidense les preocupa que tales inversiones permitan a los fabricantes de automóviles chinos eludir las medidas de la administración Biden, como la Ley de Reducción de la Inflación, que prohíbe a los vehículos eléctricos fabricados en China recibir exenciones fiscales estadounidenses, dijeron al Financial Times personas familiarizadas con el asunto. Las fuentes agregaron que BYD podría invertir inicialmente cientos de millones de dólares en el país, mientras que MG Motor, propiedad de SAIC, podría invertir hasta 2 mil millones de dólares. En declaraciones a Motortrend el 11 de octubre, Brian Wu, vicepresidente ejecutivo de Chery México, dijo que la compañía ha desarrollado una hoja de ruta para ingresar a los EE. UU., pero aún no se ha determinado exactamente cómo y cuándo sucedería.[[Tiempos financieros]