El renombrado Pantone Color Institute celebra su cuarto de siglo definiendo las tonalidades que influirán en las tendencias del próximo año. Desde su primera elección en 1999, el icónico azul cerúleo, este instituto ha dejado una huella imborrable en la moda, belleza, diseño y decoración, guiando a industrias enteras con sus selecciones vanguardistas.
A través de un meticuloso proceso, el equipo de Pantone Color Institute emprende un viaje global en busca de inspiraciones cromáticas. Exploran la industria del entretenimiento, desde el cine hasta la música, así como obras de arte, nuevos talentos emergentes, moda, diseño y conceptos aspiracionales, como destinos de viaje en tendencia, estilos de vida, tecnologías innovadoras y materiales fascinantes. Esta amplia búsqueda culmina en la elección de un color que resonará en diversas esferas de la vida cotidiana.
Lo que inicialmente fue un modesto catálogo de 500 colores destinado a las artes gráficas se ha transformado en una guía de más de 2.000 referencias que se actualiza cada 18 meses. Este crecimiento vertiginoso ha equiparado la influencia de Pantone a la relevancia de las celebridades en la portada de la famosa revista Vogue.
En un hito clave en 2007, Pantone fue adquirido por X-Rite, una empresa especializada en gestión del color, por la notable suma de 180 millones de dólares. Desde entonces, la expansión de Pantone ha sido imparable, estableciendo 17 oficinas alrededor del mundo y diversificando su oferta más allá de los catálogos, incursionando en sectores que van desde hoteles hasta camisetas.
La evolución de Pantone va más allá de solo asignar colores; ahora, a través de la resonancia emocional de cada tono, guía las tendencias venideras. Un ejemplo destacado es el Peach Fuzz, que en el ámbito de la moda se describe como un melocotón reconfortante y visualmente irresistible, transmitiendo tactilidad a través de texturas afelpadas y suaves.
En el ámbito de la belleza, el Peach Fuzz demuestra su versatilidad, avivando la piel y añadiendo una calidez sutil a los ojos, labios y mejillas. Ya sea combinado con tonos tierra para una apariencia fresca y juvenil o emparejado con rojos intensos para un toque de dramatismo, este tono se adapta a una variedad de estilos y tonos de piel.
En cuanto a la decoración, se espera que el Peach Fuzz cree espacios acogedores y llenos de bienvenida. En diseño, este tono evoca limpieza y un toque vintage, reflejando el pasado pero reinterpretado para entornos modernos
