Seguramente esta semana has oído hablar en telediarios, radios y prensa de la empresa OpenAI y su fundador, Sam Altman.
Como sabrás, OpenAI es la compañía que ha creado y desarrollado ChatGPT, la popular inteligencia artificial para generar textos.La empresa más popular de 2023 sorprendía al mundo entero este fin de semana cuando su junta directiva decidió despedir a Altman. Y de paso se cargaron también al presidente, Greg Brockman.
El motivo por el que se tomó esta decisión se ha conocido más tarde, cuando Reuters ha filtrado la existencia de una carta que escribieron varios investigadores de la empresa tecnológica a la junta directiva advirtiendo de un poderoso descubrimiento.
Una misteriosa carta para la junta de OpenAI
Como decimos, antes de que se tomase la repentina decisión de despedir a Altman, un equipo de ingenieros de la compañía escribió una carta al órgano rector advirtiendo de un “poderoso descubrimiento de la inteligencia artificial” que, según dijeron, “podría amenazar a la humanidad”.
En ella se transmiten las preocupaciones sobre la forma en la que se estaba ejecutando el proyecto Q* —pronunciado Q star—, alertando de “una comercialización de la tecnología antes de comprender las consecuencias”.
Viernes: la junta directiva despide a Altman
De manera inesperada, el jueves por la noche Altman recibió un mensaje de texto de Ilya Sutskever, el científico jefe de la compañía y miembro de la junta directiva, pidiendo hablar el viernes al mediodía. En la llamada estaba toda la junta, excepto Brockman. Entonces le comunicaron que lo iban a despedir y que la noticia se difundiría muy pronto.
Poco después, Brockman recibió también un mensaje de texto de Sutskever pidiendo una llamada rápida, en la que le informaron de que iba a ser destituido de la junta directiva —“pero que era vital para la empresa y conservaría su puesto”— y de que Altman había sido despedido. Casi al mismo tiempo, OpenAI publicó la entrada de blog.
Así es como Brockman relataba en X (Twitter) los hechos. Y añadía: “Hasta donde sabemos, el equipo directivo se enteró de esto poco después, excepto Mira, que se enteró la noche anterior”. Si te refieres a Mira Murati, hasta ese momento directora de tecnología de la compañíaa quien inicialmente se designó para ser la “directora ejecutiva interina, con efecto inmediato”.
La noticia pilló a los dos desprevenidos y, entre otras cosas, Altman dijo que había sido “como leer tu propio panegírico mientras aún estás vivo”. El empresario también afirmó en su cuenta de X que su tiempo en OpenAI le había “encantado” y que había sido “transformador” para él personalmente “y, con suerte, un poco para el mundo”, añadió. “Sobre todo, me encantó trabajar con gente tan talentosa. Tendré más que decir sobre lo que sigue más adelante”, afirmaba.
También compartió una imagen con gesto algo contrariado mostrando una identificación como ‘invitado’ para entrar en OpenAI:
Domingo: rumores de la vuelta de Altman como CEO
La junta justificaba esta decisión con que Altman no había sido “consistentemente sincero en sus comunicaciones” con ellos y decían que ya no confían “en su capacidad para seguir liderando OpenAI”. “Agradecemos las numerosas contribuciones de Sam a la fundación y el crecimiento de OpenAI. Al mismo tiempo, creemos que es necesario un nuevo liderazgo a medida que avanzamos”, añadían.
Sin embargo, la falta de más explicaciones y la sensación de arenas movedizas no estaba gustando a los círculos cercanos a OpenAI.
La reacción del sector —y de los inversores— fue inmediata y entonces pareció por un momento que la junta reculaba y que Altman y Brockman podrían volver a liderar OpenAI.
Lunes: Microsoft ofrece trabajo a Altman, Brockman y el resto del equipo
Sin embargo, el lunes, en otro giro inesperado de los acontecimientos, el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadelladejó caer que OpenAI ya tenía nuevo CEO: el cofundador de Twitch Emmett Shear, quien es conocido por su reticencia hacia la IA.
Asimismo, el directivo anunció que Altman y Brockman, “junto con sus colegas”, se iban a unir a Microsoft “para liderar un nuevo equipo de investigación avanzada de IA”.
Aquí subrayo el “junto a sus colegas” porque ese punto ha sido un elemento importante en la historia.
Martes: el personal amenaza con dimitir si Altman no vuelve
Poco después del comunicado de Nadella, prácticamente la totalidad de empleados que tiene la compañía firmó una carta abierta asegurando que se irían en masa a Microsoft si no cumplían con dos requisitos: la dimisión de algunos miembros de la junta directiva de OpenAI y la restitución de Altman como CEO de la compañía.
Las demandas de la plantilla fueron también respaldadas por muchos inversores.
Miércoles: el hijo pródigo regresa
Finalmente, todo ese movimiento logró tener el efecto que se buscaba: este miércoles se anunciaba que tanto Altman como Brockman volvían a OpenAI bajo la condición de que la junta directiva cambiase a la mayoría de sus miembros.
Sobre su regreso, Altman escribió: “Amo OpenAI y todo lo que he hecho en los últimos días ha sido para mantener unido a este equipo y su misión. Cuando decidí unirme a Microsoft el domingo por la tarde, estaba claro que ese era el mejor camino para mí y el equipo. Con el apoyo de la nueva junta directiva y de Satya, estoy deseando volver a OpenAI y seguir construyendo nuestra sólida asociación con Microsoft”.
Por su parte, Brockman subió a X una instantánea acompañado de gran parte del equipo de la compañía junto al mensaje ‘Estamos tan de vuelta’algo así como ‘no podríamos estar más de vuelta’.
¿Cómo echaron a Altman de su propia empresa?
Para comprender verdaderamente los acontecimientos de esta semana hay que entender que OpenAI no es una empresa de tecnología. Al menos no como otras empresas históricas de la era de Internet, como Meta y Google.
OpenAI se estructuró deliberadamente para resistir los valores que impulsan a gran parte de la industria tecnológica: una búsqueda incesante de escala, un enfoque de construir primero, preguntar después, para lanzar productos de consumo. Fue fundada en 2015 como una organización sin fines de lucro dedicada a la creación de inteligencia artificial general que debería beneficiar a “la humanidad en su conjunto”.
Los estatutos de la empresa establecen que el “principal deber fiduciario de OpenAI es con la humanidad”no con los inversores, ni siquiera con los empleados.
Así, a diferencia de Google, Facebook y muchos otros gigantes tecnológicos, la empresa detrás de ChatGPT no se fundó para ser un negocio. Más bien, sus creadores la gestaron como una organización sin fines de lucro, con la esperanza de que no estuviera en deuda con intereses comerciales. Pero conforme la tecnología de la empresa fue creciendo en popularidad, también fueron creciendo los inversores.
Si bien OpenAI pasó posteriormente a un modelo con fines de lucrosu accionista mayoritario sigue siendo la organización sin fines de lucro OpenAI Inc. y su junta directiva. Esta estructura única hizo posible que cuatro miembros de dicha junta directiva —el científico jefe de la compañía, dos empresarios tecnológicos externos y una académica— destituyeran al director ejecutivo Sam Altman el viernes.
Fue también esa estructura híbrida la que creó tensiones entre las dos ‘tribus’ en OpenAIcomo las ha llamado Altman en otras ocasiones. La tribu de la seguridad, liderada por el científico jefe y miembro de la junta directiva Ilya Sutskever, cree que la empresa debe ceñirse a su propósito fundacional y solo implementar la inteligencia artificial con cuidado. La tribu comercial parece estar deslumbrada por las posibilidades generadas por el éxito de ChatGPT y quiere acelerar.
Es extremadamente raro que las grandes empresas tecnológicas tengan una estructura de este tipo. Meta, la empresa matriz de Facebook, así como Google y otros, están esencialmente configuradas de manera opuesta: otorgando a los fundadores el control final sobre la empresa y la junta directiva a través de una clase especial de acciones con derecho a voto que no están disponibles para las masas.
La razón por la que la junta directiva de OpenAI decidió actuar contra Altman era un misterio hasta hoy, cuando se ha filtrado que el motivo subyacente tiene que ver con que OpenAI había llegado ya a la creación de inteligencia artificial general (AGI) y que la junta había activado el interruptor de apagado siguiendo el consejo de Sutskever.
La última polémica: Q*, el proyecto secreto de OpenAI
Tal y como afirman en Reuters basándose en las declaraciones de una fuente anónima, Q*, gracias al desarrollo de la tecnología que se está haciendo en OpenAI, puede resolver ciertos problemas matemáticosaunque ‘solo’ al nivel de los estudiantes de escuela primaria.
Los expertos de este sector consideran las matemáticas como la frontera en el desarrollo de la IA generativa. ¿Por qué? Actualmente, la IA generativa es buena en escritura y traducción de idiomas al predecir estadísticamente la siguiente palabra, sin embargo, la manera de responder a la misma pregunta puede variar ampliamente. Esto no sucede con las matemáticas, donde solo hay una respuesta correcta.
Por lo tanto, la supuesta inteligencia artificial que han alcanzado en OpenAI tiene mayores capacidades de razonamiento. Puede generalizar, aprender y comprender. Como un humano.
¿Será este el final del culebrón o seguirán los problemas en la empresa de ChatGPT?
Apúntate a nuestra Boletin informativo y recibe en tu correo las últimas noticias sobre tecnología.
¡Ya estamos en WhatsApp! Si quieres recibir en tu móvil toda la actualidad y las noticias más importantes del día, pincha aquí y únete a nuestro canal. Es un sistema gratuito, cómodo y seguro.