El huracán Otis mató al menos a 27 personas cuando azotó la ciudad turística de Acapulco, en la costa del Pacífico de México, como una tormenta de categoría 5, dijeron funcionarios el jueves.
El huracán azotó Acapulco desde el martes por la noche hasta el miércoles con furiosos vientos de 270 kilómetros por hora (165 mph), cortando las comunicaciones con la ciudad y retrasando las actualizaciones sobre muertes y daños.
«Desafortunadamente, recibimos información de los gobiernos estatal y municipal de que 27 personas han muerto y cuatro están desaparecidas», dijo la secretaria de Estado de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, en una conferencia de prensa en la Ciudad de México.
Dijo que paulatinamente se están restableciendo las comunicaciones con Acapulco.
La carretera principal que la conecta con la capital ha reabierto pero sólo en una dirección, dijo Rodríguez.
Muchas personas en Acapulco, que tiene una población de 780.000 habitantes, seguían sin electricidad el jueves porque la tormenta derribó decenas de torres eléctricas.
“Acapulco es un desastre total. Ya no es lo que era antes. El parque quedó totalmente destruido, los edificios, todas las calles”, dijo el miércoles Eric Hernández, residente de 24 años.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el gobierno estaba trabajando para restablecer el suministro eléctrico y limpiar la devastación provocada por el huracán.
“Lo que sufrió Acapulco fue realmente desastroso”, dijo en conferencia de prensa.
Otis inundó calles, arrancó techos de casas y hoteles y cortó las comunicaciones, las carreteras y el acceso aéreo.
El servicio telefónico y las líneas eléctricas caídas dificultaron que los funcionarios evaluaran rápidamente el alcance de los daños.
Casi 8.400 miembros del ejército, la fuerza aérea y la guardia nacional de México fueron desplegados en Acapulco y sus alrededores para ayudar en los esfuerzos de limpieza, dijo la Secretaría de Defensa.
Las clases fueron canceladas para estudiantes en todo el estado por segundo día, y la gobernadora Evelyn Salgado dijo en redes sociales que las autoridades estaban trabajando para restaurar la electricidad y reactivar las bombas de agua potable en Acapulco.
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La eléctrica estatal de México, CFE, tenía más de 1.300 empleados trabajando para restaurar el suministro, dijo el miércoles por la noche, cuando unas 300.000 personas permanecían sin electricidad.
El aeropuerto internacional de la ciudad portuaria fue cerrado después de que Otis destrozara la torre de control, cortara las telecomunicaciones y dejara bloqueadas las vías de acceso.
Informes adicionales de Reuters
