El huracán Otis tocó tierra en la costa del sur de México, provocando vientos de hasta 165 mph (270 km/h).
Aterrizó cerca del popular centro turístico de Acapulco poco después de la medianoche del miércoles (06:25 GMT), dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Las autoridades han advertido sobre una marejada ciclónica potencialmente mortal y la posibilidad de deslizamientos de tierra a medida que las fuertes lluvias azotan la zona.
La tormenta ya ha comenzado a debilitarse a medida que avanza tierra adentro.
David Hall llegó al resort Princess Mundo Imperial en Acapulco para una conferencia de trabajo horas antes de que Otis tocara tierra. Le dijo a la BBC que el edificio había sido dañado por el viento y la lluvia.
Dijo que las ventanas de las habitaciones del hotel se doblaron por la fuerza del viento y se rompieron, succionando objetos fuera de la habitación.
Hall, originario de la ciudad mexicana de Colima, a unos 600 kilómetros (372 millas) de Acapulco, dijo que el edificio «tembló» como si estuviera ocurriendo un terremoto.
Él y cientos de otros huéspedes del hotel se han estado refugiando juntos mientras pasa lo peor del huracán.
«Mucha gente está asustada», dijo Hall.
Está vigente una advertencia de huracán para un tramo de costa de 350 kilómetros de largo entre las ciudades costeras de Zihuatanejo y Punta Maldonado en el estado de Guerrero.
Ya se han reportado cortes de energía en Guerrero, según el organismo de protección civil de México. Las clases escolares en todo el estado fueron canceladas en preparación para la llegada de la tormenta.
Videos no verificados publicados en línea muestran daños a un hospital en Acapulco e inundaciones afuera del hotel Copacabana.
La Agencia Nacional del Agua de México dijo que se esperaban olas de hasta 10 metros de altura en las costas de Guerrero y en el estado occidental de Oaxaca. También se pronostican posibles deslizamientos de tierra.
El presidente Andrés Manuel López Obrador instó a la gente a trasladarse a refugios de emergencia y alejarse de ríos, arroyos y barrancos.
Más tarde dijo que no había informes de muertes, pero advirtió que las autoridades estaban teniendo dificultades para obtener actualizaciones.
“El huracán sigue afectando la zona y las comunicaciones están completamente cortadas”, afirmó.
El NHC también dijo que se esperaba que Otis produjera hasta 51 cm (20 pulgadas) de lluvia el viernes en Guerrero y las zonas costeras occidentales del vecino estado de Oaxaca.
Los científicos dijeron que la velocidad con la que Otis se intensificó de tormenta tropical a huracán de categoría cinco -el nivel más alto de tormenta- el martes era rara.
Rompió el récord de la tasa de intensificación más rápida en un período de 12 horas en el Pacífico Oriental, ganando 80 mph en ese tiempo, según el meteorólogo Philip Klotzbach.
Partes de la costa del Pacífico de México ya sufrieron importantes inundaciones a principios de este mes después del azote de la tormenta tropical Max. Medios locales reportaron dos muertes a consecuencia de la tormenta en Guerrero.
Unos días después, se informó de la muerte de un hombre después de que el poderoso huracán Lidia tocara tierra en el estado de Nayarit, al noroeste de Guerrero.
