Salud
Foto: @DiazCanelB
Una doctora que aprendió en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) las mejores esencias para atender a sus pacientes; un empresario que se empeña en saltar los obstáculos que impone el bloqueo para hacer llegar medicamentos e insumos a Cuba; una voluntaria, que como otros miles en este país, admiran y apoyan a la Mayor de las Antillas.
Ellos, junto a más de una docena de personas de este país vinculadas al sector de la Salud, pusieron rostro y nombres a historias de cooperación que unen a nuestros dos países y compartieron en la tarde de este viernes junto al Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y una representación de la delegación cubana que lo acompaña en estas sesiones de trabajo en las Naciones Unidas.
La cita tuvo lugar en la sede de la Misión Permanente de la Mayor de las Antillas en las Naciones Unidas, un lugar que desde la llegada del mandatario cubano a esta ciudad el pasado domingo, se ha convertido en un espacio para el diálogo y las emociones.
Al darles la bienvenida en la sede diplomática el Jefe de Estado cubano les agradeció por aceptar este encuentro. “Vernos con ustedes tiene una altísima satisfacción, pues representan a las instituciones que en medio del injusto bloqueo que se impone a Cuba, han mantenido los vínculos”, aseguró.
Eso demuestra, dijo, que nuestros pueblos están conectados y hay caminos posibles en cosas que nos unen para poder desarrollar esa relación. “En todo este tiempo las relaciones que se han indo forjando nos ha permitido crear un espacio de confianza y cooperación, que permiten ampliar estos nexos y seguir proponiendo momento superiores en esta colaboración”, valoró.
En sus palabras, donde primó el agradecimiento por todo lo que han hecho y continúan haciendo para estrechar los nexos de trabajo, el Presidente Díaz-Canel compartió ideas esenciales que distinguen al Sistema Nacional de Salud, y cómo sus tantas fortalezas nos permitieron estar en mejores condiciones para enfrentar la pandemia de la COVID-19.
Del bloqueo y sus graves consecuencias al sector sanitario habló también el Presidente, porque es esa, dijo, una cruel política que de no existir permitiría mayores avances de la Salud en Cuba y también una mayor cooperación con ese sector en Estados Unidos.
De la ciencia, la innovación, la prevención, la atención primaria y otras tantas fortalezas comentó también el mandatario a los amigos presentes. Y justamente en la ciencia, dijo, encontramos muchas de las respuestas para hacer frente al reto que trajo consigo la pandemia. Compartió entonces sobre la creación de nuestras propias vacunas, y el esfuerzo titánico que implicó la inmunización de toda nuestra población vacunable mayor de los dos años de edad.
Es nuestro propósito con este encuentro, aseguró, que ustedes “sientan el reconocimiento que tienen del pueblo y el Gobierno cubanos, por haber mantenido relaciones y apoyo con nuestro país a pesar del bloqueo, y tenemos toda la disposición para continuar profundizándolas”.
Las potencialidades científicas que en el sector de la Salud existen entre ambos países, dijo, nos abren un camino para poder contribuir y aportar a un mundo cada vez más convulso.
A ustedes, el reconocimiento, el aprecio y el respeto por todo lo que han hecho y siguen haciendo por Cuba.
Agradecer y hacer, caminos para la cooperación
En las voces de los amigos se escuchó hablar en la tarde de este viernes de compromisos, cariño, agradecimiento, tenacidad, apoyo, amistad…todos querían compartir su historia y a todos escuchó el Presidente.
Una contó sobre su afán por escribir la historia de la colaboración médica de Cuba en América; otros compartieron experiencias sobre sus aprendizajes en la isla caribeña sobre lo hecho en materia de Salud; otros contaron sus peripecias para sortear los obstáculos que impone el bloqueo a la Mayor de las Antillas y hacernos llegar donaciones, medicinas y suministros.
El diálogo fue tejiendo el hilo de una historia de varios años de cooperación que ha forjado innumerables alianzas. Sobre esas alianzas habló la doctora Miriam, quien aseguró que justamente a partir de esa alianza con los profesionales cubanos se “han abierto puertas más grandes para nosotros, permitiéndonos colaborar en otras naciones de manera multifacética”.
Del aporte que para ellos significan los eventos científicos que se realizan en Cuba; de los tantos aportes que puede hacer el Sistema de Salud cubano al de los Estados Unidos; de la condena a las atrocidades que realiza el Gobierno norteamericano al pueblo de Cuba; del hacer con alma que se adivina en los médicos cubanos que no solo “curan con pastillas”, hablaron los presentes y sus palabras de muchas maneras ratificaron que Cuba, definitivamente, no lucha sola.
De agradecimiento habló también a ellos el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda: por la cooperación, por el respaldo y el acompañamiento que desde múltiples escenarios han hecho y continúan dando al Sistema Nacional de Salud Pública.
Tras compartir con ellos varias de las fortalezas que distinguen a nuestro sistema sanitario, Portal Miranda destacó el desarrollo de la industria biofarmacéutica cubana, que no está separa del Sistema Nacional de Salud, sino que es parte indivisible de él, y con el camino de desarrollo que ha consolidado “abre un campo para la cooperación en el que podemos avanzar”.
Gracias, dijo, por movilizar recursos que han sido de inestimable ayuda para nuestro país; gracias por multiplicar en tantos lugares del mundo la realidad del quehacer de la salud en Cuba. “Ustedes pueden contar con nosotros para seguir en algo tan importante como es la defensa de la vida”, aseguró.
La voz de los amigos
Teasha Guerrafe, es una doctora norteamericana que se graduó en el 2011 en la Escuela Latinoamericana de Medicina, y desde entonces ha ocupado múltiples responsabilidades asociadas al campo sanitario, incluida la enseñanza. Son escenarios desde los cuales se empeña día a día porque se conozca y reconozca cómo funciona el sistema de salud en Cuba, donde para los médicos y los científicos, dijo, “el pueblo cubano es siempre lo primero”.
Sobre esas experiencias de estudiar en Cuba, compartió con el equipo de prensa de la Presidencia al concluir el intercambio con el Presidente Díaz-Canel. No solo le aportó mucho como profesional, aseguró, sino que también abrió para ella otros horizontes de como persona y sobre cómo ver la medicina.
Realmente estudiar en Cuba hizo toda la diferencia, reflexionó, pues “cambió totalmente mi manera de tratar a los pacientes, lo cual intento transmitir también a mis estudiantes”.
Roberto Stuartz, vicepresidente de Global Health Partnes, es uno de esos testarudos que por varias décadas se ha empeñado en buscar caminos para sortear el bloqueo que impone el Gobierno de los Estados Unidos a Cuba. Acerca de esos tantos obstáculos compartidos durante el diálogo con el mandatario cubano, compartió luego con la prensa el señor Stuartz.
La inclusión de Cuba en la lista de estados supuestamente patrocinadores del terrorismo, detalló, nos impide, por ejemplo, “encontrar un proveedor que nos quiera vender esas medicinas”, y luego, cuando “logramos tenerlas en la mano, hacer el flete, hacer la transportación, es muy complejo, porque nadie se quiere poner de acuerdo con nosotros”.
Antes era más fácil, comentó, ahora es casi imposible, y después de la pandemia “tenemos que elegir un corredor desde Nueva York hasta Bruselas, luego a Madrid y seguidamente a La Habana”.
“No solamente es difícil y es retador sino que se vuelve muy costoso”, explicó, aunque ello aseveró, “no va a hacer que después de 30 años de colaboración cambiemos lo que hacemos, por el contrario, mientras más difíciles se vuelvan las circunstancia, más vamos a ayudar a Cuba”.
La Coalitión of Concerned Medical Professionals, es una institución cuya presidenta es Elisabeth L. Stevens, y en la cual se agrupan cientos de voluntarios que apoyan y defienden la causa cubana. Para ella, este encuentro con Díaz-Canel, nos dijo, es algo “muy especial”, porque “nos permite reconocer y agradecer todo lo que hace Cuba por la Salud en el mundo”.
De los tantos caminos para la cooperación comentó la señora Stevens, quien consideró mostrar a la población norteamericana, por ejemplo, los beneficios del uso del Heberprot-P es también una manera de ayuda a romper el bloqueo.
En Estados Unidos, subrayó, en lugar de un sistema de Salud tenemos un negocio de Salud, y eso no sucede en Cuba.
Queremos, dijo, que “el pueblo cubano sepa que hay muchos estadounidenses que lo ven como hermano, y que realmente estamos trabajando para tratar de cambiar esas políticas”.