Salud
En un colegio público adelantaron la celebración del 7 de agosto y los maestros empezaron un largo puente festivo. Los infantes cantan corridos mejicanos a grito herido. Verano intenso y sin agua potable en Neiva.
Olmedo Polanco
En Neiva, el sol asoma en el horizonte antes de que sean las 6 de la mañana y se oculta sobre las 6:15 minutos de la tarde. Durante el día, la sensación térmica ronda los 40 grados centígrados, a la sombra. Los vientos secos del sur-oeste, que se desplazan entre 15 y 30 kilómetros por hora, marchitan la vegetación de este valle interandino. Pastizales secos a la vera de los caminos. Los muebles en los domicilios se impregnan de una fina capa de polvo que se filtra entre las hendijas. Las hojas quebradizas y amarillentas viajan a montones.
Un agraciado guayacán amarillo creció torcido en la calle 36 del barrio Santa Inés. Hace más de 40 años que Dimas Rojas lo trajo ‘enchuspado’ desde Aipe y lo sembró frente a la escuela Mauricio Sánchez García. Mi vecino Pedro Silva asegura que “Dimas trabajaba en ese tiempo como conductor de una volqueta del Ministerio de Obras Públicas”. Por estos días de intenso verano, están aflorando los frutos del guayacán y en consecuencia, sobrevuelan los murciélagos. Una alfombra de flores y hojas secas rodea la base del tronco longevo. El color amarillo se ha apagado entre sus ramas largas y de frecuentes divisiones. “Las flores del guayacán, del Cámbulo y del Gualanday, forman los colores de nuestra bandera nacional”, dice Pedro. Es pensionado de la Policía. Sagradamente, cada fiesta patria iza la bandera tricolor en la ventana de su residencia. El 7 de agosto venidero no será la excepción.
La simbología en la bandera y las músicas nacionales
A propósito de la bandera patria como símbolo de nuestra nacionalidad, niños y niñas del colegio vinieron el pasado jueves, de manera anticipada, a celebrar la fiesta de la Independencia. Desde las 8:30 de la mañana el sonido interno amplificaba bambucos programados en una emisora local. Luego, las y los estudiantes gritaron, como si fuera un himno, la cumbia “Colombia, tierra querida”, compuesta en 1970 por Luis Eduardo Bermúdez Acosta. “¡Qué lindo cantan!” -dijo la profesora ante el micrófono. Antes de que hablara la directora de la institución, una niña declamó el saludo a la bandera. “Salud adorada bandera que un día batiendo tus pliegues allá en Boyacá, sellaste por siempre la lucha bravía de un pueblo que ansiaba tener libertad”. “Libertad plena que aún no hemos alcanzado”, dijo en su discurso la directora del centro escolar.
Más de 90 mil habitantes, de cuatro comunas en el norte de la ciudad, llevaban tres días sin suministro de agua potable. Había emergencia sanitaria en las instituciones educativas. Sin embargo, los escolares habían regresado al colegio ‘Mauricio Sánchez García’ en Santa Inés. Entre las 8:30 y 10 de la mañana del jueves, cumplieron la agenda para conmemorar los 204 años de la Batalla de Boyacá. “Ustedes deben buscar la libertad, no deben seguir siendo esclavos de las nuevas tecnologías, del celular ni de las emociones”, reclamó la profesora.
El problema en el suministro de agua potable en Neiva
En 1968 el acueducto de Neiva no garantizaba cobertura de agua potable para alrededor de 260 mil residentes. Un estudio contratado por la Alcaldía con la Universidad Nacional de Colombia alertaba que solamente el 70% de los habitantes recibía el líquido vital. La capacidad instalada en la empresa pública entregaba 260 litros de agua por segundo. La administración municipal había proyectado la construcción de un nuevo acueducto que garantizaría distribuir 600 litros del preciado líquido por segundo. Además, la instalación de 30 Kilómetros de redes y el reemplazo de la tubería en la zona centro.
La violencia política había presionado a 2.500 familias campesinas que abandonaron las zonas rurales y se instalaron en el norte y centro de Neiva. La población había aumentado en 25 mil habitantes. “La capital era incapaz de satisfacer sus necesidades en cuanto a vivienda, salud, educación, servicios públicos, recreación (…) y dio lugar al nacimiento de grandes zonas tuguriales”.
La población escolar había crecido de manera acelerada. Entre 1964 y 1977 la cifra pasó de 22.181 estudiantes a cerca de 50 mil. Había necesidad de elaborar un estudio serio que planificara y proyectara la ciudad hacia el futuro. (Departamento de Planeación Municipal. Estudio y propuestas para el desarrollo de Neiva. Diagnóstico socioeconómico para el municipio de Neiva. 1967-68. Pág. 8).
El MRL y su discurso sobre la libertad
A propósito del concepto de ‘independencia’, en 1960, el representante por Huila, Jaime Ucrós García, integraba el grupo de 20 parlamentarios que expresaron solidaridad con el pueblo y el gobierno de Cuba, “…en la obra revolucionaria que adelantan en busca de su independencia nacional y con el gran conductor americano, Fidel Castro”. (Anales del Congreso. Cámara de Representantes. Pág. 67. Bogotá, miércoles 27 de julio de 1960). Como era de esperar, se armó la discusión. La representante Vall-Serra pidió a la presidencia de la Cámara que se cumpliera la disposición reglamentaria sobre el comportamiento de las barras. El congresista Felipe Salazar Santos, recordó el 26 de julio como una fecha importante para el pueblo cubano y “…su lucha contra las dictaduras que aquejaban a la isla”. El discurso de Salazar refirió la batalla del Cuartel Moncada como “…fortaleza española y su posterior conversión en muralla del gobierno tiránico de Batista”. Ripostó el parlamentario Rómulo Gonzalez. Retó a que le demostraran por qué “…si el pueblo estaba con Castro, cuál fue la razón para demorar tanto tiempo en llegar la victoria”. De inmediato contestó el orador Salazar: “Nunca las revoluciones triunfan en principio”. Enseguida interpeló Hugo Escobar Sierra, para exigir el dato de los votos comunistas que fueron emitidos por el Movimiento Revolucionario Liberal. El legislador Juan Pablo Uribe advirtió que “…el Che Guevara se había manifestado como comunista”.
El debate seguía acalorado. El representante Felipe Salazar hizo alusión histórica al gobierno de Guatemala en 1954. Culpó a la United Fruit Company de la reacción desatada contra el régimen nacionalista de Arbenz y Arévalo. Explicó la estrategia de la ‘Buena Vecindad’, -según él- como réplica a los intereses monopolistas que el señor Foster Dulles representaba en el Departamento de Estado como personero de las compañías fruteras. Condenó lo que consideró “…invasión a Guatemala por los mercenarios que armados en los arsenales norteamericanos, derrocaron su gobierno”.
Alberto Galindo, congresista por Huila, había permanecido callado, ‘no se había dejado torear’. Sin embargo pidió la palabra para referirse a la intervención comunista en otras naciones. Defendió la tesis de “…los periódicos poderosos, cuya intervención no alude a la injerencia en los destinos de las demás naciones excluida la intervención colectiva”. A Ucrós García le había parecido “…raro que defiendan la libertad de prensa quienes defendieron a Hitler y Mussolini”. Punto seguido, refirió lo que llamó “atropellos de las dictaduras colombianas”.
Jaime Ucrós García, representante por el MRL, preguntó por qué han tildado de comunista la reforma agraria cubana, -según él- “…si no protestaron contra las tiranías que azotaron al país”. Aseguró que “…las ideologías son universales y no nacionales…”. Ucrós hizo alusión a la tendencia francesa que, según el dirigente del MRL, combatían los imperialistas españoles para atropellar a los patriotas que trataban de forjar la República en el siglo 18. Dijo que en esa época los comunistas eran -a juicio de la clase dominante- Nariño y Bolívar, por combatir la tiranía y defender la libertad. Antes de terminar su discurso, Ucrós pidió a la presidencia de la Cámara que llamara al orden a la representante Vall-Serra de Rodriguez. El debate terminó cuando el parlamentario Uribe Rueda solicitó que fuera leída la proposición No. 16.
Calor intenso y sin agua en Neiva
Como no había suministro de agua potable, en el ‘Mauricio Sánchez García’, la actividad escolar duró hasta las 10 de la mañana, justo cuando terminó la ceremonia de saludo a la bandera. En el equipo de sonido del colegio sonó la primera parte de la “Cruz de marihuana”, interpretada por el grupo ‘Águilas del Norte’. Niñas y niños se alborotaron y cantaron emocionados.
Mi vecino Pedro Silva, como todos los días, se ejercita barriendo y recogiendo las hojas secas en su domicilio. Frente a la cancha de fútbol del barrio Santa Inés, que es un ‘tierrero’, dos niños repetían parte del corrido mejicano: “Al fin que fue mi destino andar en las sendas malas”. En el costado norte el busto del liberal Rodrigo Lara Bonilla. Lo llaman “El Ñato”. Hace tiempo que la niñez de mi barrio afinó su puntería contra la memoria inmóvil de Lara. A pedradas lo han dejado sin nariz.
