Salud
La Contraloría General de la República confirmó las anomalías ocurridas hace cinco años en la compraventa de las clínicas de Neiva, Bogotá y Tunja. Los bienes fueron adquiridos con recursos destinados para la atención de los pacientes.
RICARDO AREIZA
Investigacioneshuila@gmail.com
El condenado ex presidente de Saludcoop (ya liquidada), Guillermo Grosso Sandoval tendrá que responder ahora por un cuantioso daño patrimonial, ocasionado por la compra venta de las clínicas de Neiva, Bogotá y Tunja.
Los inmuebles fueron pagados, en medio de la crisis desatada hace cinco años por la EPS, una de las más grandes del país, con recursos destinados exclusivamente para la atención de sus usuarios.
La clínica de Salucoop en Neiva, arrendada a Esimed, también intervenida, había sido cerrada por no cumplir con los estándares mínimos de calidad el 18 de agosto de 2018.
Grosso Sandoval fue condenado a seis años de prisión por otros hechos de corrupción. La sentencia fue proferida en marzo de 2023 por el juez 25 Penal del Circuito de Bogotá, como coautor a título de dolo por cohecho por dar u ofrecer (sobornos) cometido en concurso con el delito de concierto para delinquir, cometidos en coparticipación criminal.
En este caso particular, la Contraloría General de la República le imputó responsabilidad fiscal solidaria, por las irregularidades presentadas en el proceso de intervención de durante su administración, que fue del 27 de mayo de 2013 al 24 de noviembre de 2015.
Desviación
Según el organismo fiscalizador, la empresa Saludcoop EPS (ya liquidada), utilizó en forma indebida los recursos del sistema de seguridad social que son de naturaleza parafiscal para otros fines distintos a la prestación de los servicios a sus usuarios. Los recursos del sistema de seguridad social fueron desviados para adquirir bienes inmuebles que pasarían a hacer parte del patrimonio de la EPS. Entre esos bienes figura la clínica de Neiva, convertida en la clínica Abner Lozano, de propiedad del grupo Mediláser.
El proceso de responsabilidad fiscal fue abierto hace cuatro años (Auto No. 0102 de 2019, expedido el 20 de febrero de 2019) por la Unidad de Investigaciones Especiales contra la Corrupción.
El detrimento fiscal, según la CGR, se produjo por los pagos realizados en el año 2015 por Saludcoop EPS para la adquisición de las clínicas Materno Infantil, Neiva y Tunja con dineros provenientes del Sistema General de Seguridad Social. El daño patrimonial por esta compra, en principio, fue calculado en 4.919 millones de pesos, sin indexar.
Por mandato constitucional, “no se podrán destinar ni utilizar los recursos de las instituciones de la Seguridad Social para fines diferentes a ella”.
“Resulta inadmisible que un ente económico particular, como las EPS de naturaleza privada, incorporen los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud a su patrimonio o los confunda con sus bienes o rentas propias con el propósito de desviarlos o usarlos para fines diferentes”, afirmó, Carlos Felipe Gamboa, contralor Delegado Intersectorial.
Por consiguiente, -agregó-, los recursos correspondientes a los gastos administrativos de ninguna manera pueden entenderse como propios de las EPS, ni mucho menos que estas entidades tienen libertad absoluta para disponer de los mismos.
“Por el contrario, dichos dineros hacen parte del Sistema General de Seguridad Social en Salud y como tales deben destinarse a conceptos que guarden relación con la operación en estricto sentido de la EPS, esto es con sus funciones de aseguramiento en salud y organización y garantía de la prestación de dicho servicio”, precisó el agente fiscalizador.
Destinación
La Superintendencia de Salud consideró que la inversión de recursos provenientes de la UPC en infraestructura se cataloga como práctica insegura e ilegal, por lo cual no puede llevarse a cabo (Circular Externa 0049 de 2008).
En tal sentido, -advirtió- que no le está permitido a las EPS financiar directamente los gastos administrativos que ocasiona dicha red, ni sus inversiones en infraestructura o equipo médico-científico, ni incurrir en costos de financiación más allá de lo legalmente permitido.
Por lo tanto, las EPS no pueden utilizar los dineros del Sistema de Seguridad Social en infraestructura, inversiones en propiedades, planta y equipo y demás tendientes a fortalecer su red propia prestadora, ni en asuntos diferentes a la gestión del riesgo en salud y garantía del plan de beneficios a sus afiliados.
“Así las cosas, las EPS podían invertir los recursos provenientes de recursos parafiscales en la prestación del servicio de salud y en los gastos administrativos que se requieran para su prestación, de manera que, todas aquellas inversiones destinadas a fines diferentes a los antes enunciados no son permitidas”, indicó el contralor Delegado, Carlos Felipe Gamboa.
La intervención
Confirmada las anomalías, la Superintendencia Nacional de Salud le ordenó a la entidad, en febrero de 2010, suspender las prácticas ilegales y actividades no autorizadas y le pidió que adoptara las correspondientes medidas correctivas. Sin embargo, no lo hizo.
Ante la negativa, el 11 de mayo de 2011, la Superintendencia Nacional de Salud, ordenó la toma de posesión inmediata de los bienes, haberes y negocios y, dispuso la intervención forzosa de Salucoop para garantizar la adecuada prestación de los servicios asistenciales.
El 27 de mayo de 2013, la Superintendencia designó a Guillermo Enrique Grosso como Agente Especial Interventor de Saludcoop, en cuya gestión se destaparon las anomalías.
Compra irregular
En esta fase de intervención, se produjo la adquisición por parte de Saludcoop EPS de las clínicas de Neiva y Tunja con recursos del sistema general de seguridad social.
La promesa de compraventa fue suscrita el primero de enero de 2006, en pleno año nuevo por Saludcoop EPS con 14 IPS, entre ellas la Corporación IPS Saludcoop Huila, en calidad de promitentes compradores y Construclínicas S.A. en calidad de promitente vendedor.
El contrato de promesa de compraventa de la clínica de Saludcoop en Neiva fue suscrito el 20 de enero de 2006, por las mismas partes y Construclínicas en calidad de promitente vendedor. El objeto fue transferir a título de venta a favor de los promitentes compradores y estos a su vez se obligaron a recibir al mismo título el derecho de dominio y posesión sobre el lote de terreno y la construcción hospitalaria (antigua clínica Saludcoop) ubicados en la avenida 26 entre carreras 2W y 3W de la nomenclatura urbana de la ciudad de Neiva. El inmueble consta de un sótano y seis pisos, con un área aproximada de 8.700 metros cuadrados (Inmueble que se identifica con el folio de matrícula inmobiliaria No. 200-122970).
En el contrato se pactó como precio de venta de los inmuebles el valor de 25.199 millones de pesos, suma que se pagaría en ciento cuarenta y cuatro (144) cuotas mensuales de igual valor, en las mismas condiciones financieras que el anterior contrato.
Las negociaciones quedaron registradas en la Escritura pública No. 1711 del 04 de junio de 2007, constituyendo una fiducia mercantil entre Construclínicas S.A. y Fiduciaria La Previsora cuyo objeto fue la constitución de un patrimonio autónomo con cargo al cual se emitieron los títulos de contenido crediticio.
Según la Contraloría, el patrimonio autónomo fue cesionario de la posición contractual Construclínicas, en los tres contratos de compraventa suscritos con Saludcoop EPS y las 14 corporaciones, por lo cual adquirió la legitimación y capacidad para recibir el pago y efectuar los cobros correspondientes a los contratos de compraventa de las clínicas Materno Infantil, Neiva y Tunja.
La jugadita
Cuando se suscribieron los tres contratos de compraventa de las clínicas, los promitentes compradores fueron Saludcoop EPS y 14 corporaciones, relacionadas con Saludcoop.
Pese a eso, quien realizó los pagos de cada una de las cuotas establecidas en los tres contratos de compraventa de las clínicas fue Saludcoop EPS.
El 30 de septiembre de 2013, la EPS remitió comunicación a las 14 corporaciones solicitándoles el pago de las sumas adeudadas por cada uno de los promitentes compradores. La EPS Saludcoop, en intervención, suscribió una cesión con las 14 corporaciones asociadas, quedando como único titular en los contratos de compraventa de las clínicas Materno Infantil de Bogotá, Neiva y Tunja en calidad de promitente comprador.
El 27 de noviembre de 2014, el patrimonio autónomo Fiduciaria La Previsora S.A, (Fidecomiso Construclínicas) y el agente Especial Interventor Guillermo Enrique Grosso con funciones de representante legal de Saludcoop celebró un acuerdo de pago por la totalidad de las sumas que se generaron, producto del retraso en el pago de las cuotas de los contratos de compraventa de las tres clínicas.
El valor acordado, según la Contraloría, fue de 1.069 millones de pesos. Además, se acordó que ese dinero se pagaría en siete cuotas de igual valor, cada una por la suma de 152,84 millones de pesos.
La transacción
Seis meses después, Grosso y Construclínicas suscribieron un contrato de transacción cuyo objeto fue dar por terminados los contratos de promesa de compraventa de las clínicas Materno Infantil, Neiva y Tunja suscritos por las partes y resolver las posibles controversias contractuales, o pleitos futuros por la terminación anticipada y así, evitar eventuales multas.
El valor de la transacción según el avaluó realizado en el 2014 por la firma Soto Siniestra & Asociados fue de 23.972 millones de pesos para la clínica de Neiva. El avalúo para la clínica Materno Infantil ascendió a 27.403 millones de pesos y 21.196 para la clínica de Tunja.
El 12 de enero de 2016 en la Notaria 25 del Circuito de Bogotá, se realizarían los tramites del traspaso de la titularidad de la propiedad de las clínicas Neiva y Tunja a favor de Saludcoop EPS.
En estas condiciones, según la CGR, se dio terminación anticipada de los tres contratos de promesa de compraventa, con el objetivo de transferir a Saludcoop EPS en intervención o a nombre de quien este indicará, la propiedad de las clínicas de Neiva y Tunja. La titularidad de la clínica Materno Infantil quedó a nombre de Atempo Inversiones S.A (antes ConstruclinicaS S.A). La clínica de Salucoop de Neiva, terminó en manos de Medilaser.
La negociación
La empresa Medilaser le presentó a Saludcoop, el 27 de febrero de 2018, la propuesta para la compra de la clínica de Neiva por valor de 27.600 millones de pesos. En efectivo pagaría 7.000 millones y el resto 20.600 millones a través de la cancelación de los créditos de acreencias reconocidas, certificadas y graduadas de las cuentas por servicio de salud y gastos de administración, dentro del proceso de liquidación de Saludcoop. Dicho y hecho. El primero de junio de 2018, mediante escritura pública No. 1508126, la Fiduciaria La Previsora S.A. le otorgó la titularidad de la clínica de Neiva a Medilaser. Lo mismo ocurrió con la clínica de Tunja.
Pagos irregulares
En estas circunstancias, según el organismo de control, Saludcoop (hoy liquidada) realizó los pagos de las promesas de compraventa con recursos del Sistema General de Seguridad Social, que tenían una destinación específica y expresamente con una prohibición relacionada a la no destinación para fines diferentes a la prestación del servicio de salud de sus afiliados.
Al determinarse esta conducta dolosa, el contralor Delegado, le imputó a título de culpa grave, responsabilidad fiscal y lo llamó a responder por el daño patrimonial en forma solidaria por la pérdida de recursos públicos destinados para pagar la compraventa de las tres clínicas, incluyendo la de Neiva.
