Tamara Falcó ha reaparecido en la MBFWMadrid tras la luna de miel de ensueño que ha disfrutado junto a su ya marido, Íñigo Onieva. Con total franqueza, ha contado a los periodistas que la esperaban que le encantaría ser madre y que, para ello, le están haciendo un seguimiento: “será lo que Dios quiera, pero es verdad que con Fertilitas fenomenal, me están haciendo un seguimiento y estoy supercontenta, por ahora todo bien”aseguraba. No se trata de un tratamiento de fertilidad natural, sino de “un método natural que se llama Fertilitas”, como ella misma confirmaba en una entrevista a ¡HOLA! el pasado mes de julio. “Me lo comentó una amiga y es un método para medir tu cuerpo y asegurarte de que está bien”.
A partir de los 35 años, la capacidad reproductiva de la mujer desciende considerablemente. Tal vez por ello, Tamara, que tiene actualmente 41 años, ha recurrido a este método que se basa en la naprotecnología, dando prioridad a la fertilidad natural de la mujer. Es una alternativa para parejas que no quieren embarcarse en otro tipo de tratamientos o que buscan el mejor momento para conseguir la gestación.
¿En qué consiste el método?
El término ‘naprotecnología’ procede de tecnología procreadora natural, desarrollada hace 40 años en Estados Unidos por el Dr. Thomas W. Hilgers. Se basa en el ciclo menstrual de la mujer, tanto si hay problemas de fertilidad como si se quiere buscar o evitar un embarazo. Así, se realiza un registro ginecológico diario donde se van consignando distintas variables que luego se analizan.
“Se basa en el método Creighton, un sistema de registro ginecológico, según la observación del moco cervical, que permite conocer el momento del ciclo de cada mujer para poder dirigir pruebas diagnósticas y tratamientos médicos de forma precisa, minimizando riesgos y efectos secundarios”, explica la Dra. Patricia Alonso, ginecóloga especialista en naprotecnología y coordinadora del equipo de ginecólogos de Fertilitas, (www.fertilitas.es).
Cuando se ha llegado al diagnóstico (que se realiza analizando lo que sucede en los días clave) y se descubren las causas que impiden el embarazo, ya sean en el hombre o en la mujer, se establece un plan terapéutico personalizado para cada pareja. Si hubiera algún problema que requiere intervención quirúrgica, como la endometriosis, los ovarios poliquísticos o algún quiste o mioma, la naprotecnología emplea técnicas quirúrgicas para resolver el problema.
El método Creighton también se utiliza para tratar otros problemas ginecológicos como sangrados anormales, ovarios poliquísticos, dolores menstruales o disfunciones de distinta naturaleza. Así, se trata de llegar a la causa que provoca el problema sin tener que utilizar hormonas, como en otros tratamientos.
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¿Qué tasa de éxito tiene la naprotecnología?
La naprotecnología tiene un recorrido más extenso en Estados Unidos, pero en Europa lleva aplicándose desde hace 20 años. Se implantó de forma inicial en Irlanda, y de ahí ha saltado a otros países como Alemania, Francia, Portugal, Italia y España.
La tasa de éxito global es de un 50%, tal como indica la especialista. “Las únicas limitaciones absolutas de la naprotecnología son la menopausia establecida, la ausencia de trompas uterinas o una azoospermia de causa genética”, detalla la Dra. Patricia Alonso.
“En naprotecnología se considera la infertilidad signo de un problema de salud subyacente, por lo que se realiza un diagnóstico exhaustivo mediante un abordaje integral a la pareja para conocer la causa”, destaca. Este abordaje permite, según la ginecóloga de Fertilitas, llegar a una eficacia diagnóstica del 99,5%, “siendo el porcentaje de casos de infertilidad desconocidad inferior al 1%”.
¿Cuáles son las diferencias con la reproducción asistida?
La naproteconología se acerca a la infertilidad intentando conseguir el embarazo de un modo natural. Así, hay un abordaje inicial diferente del problema y un manejo del mismo también distinto, “destacando la aplicación de tratamientos médico y/o quirúrgicos con el objetivo de sanar y restaurar la fertilidad sin interferir con el ciclo natural”, apunta la Dra. Patricia Alonso.
Además, según subraya, con la naprotecnología se aplica “un tratamiento individualizado y específico que proporcionará un beneficio no solo a corto sino a largo plazo”.
El método Creighton en el que se basa esta disciplina permite conocer también cuáles son los mejores días para quedare embarazada,lo que puede resultar útil para las parejas que no quieren recurrir a anticonceptivos.
Referido a las dificultades para lograr el embarazo, el fin último es diagnosticar y tratar esos problemas de fertilidad “para alcanzar el embarazo natural”, indica. En este sentido, se trabaja con la mujer, o con el hombre, pero no con gametos. “En naprotecnología no existe manipulación de gametos ni embriones, por lo que no caben dilemas éticos ni legales derivados de este campo”, advierte la Dra. Patricia Alonso. Así, el embarazo siempre se va a producir de forma natural, una vez resueltas las dificultades.
Es, por tanto, una alternativa para las parejas que no quieren recurrir a la reproducción asistida por algún motivo o que no han resuelto sus problemas con la misma.
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