Beso a AMLO en la mano: ‘Fue un acto de respeto, no de sumisión’, dice alcaldesa

Mariela Gutiérrez Escalantealcaldesa de Tecámac, desató un intenso debate en redes sociales por besarle la mano al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su visita a dicho municipio del Estado de México.

Sin embargo, la propia funcionaria aclaró en entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmulaque no fue un “acto de sumisión” como se ha mencionado en las redes, sino que fue un “gesto de respeto y de agradecimiento” hacia el mandatario.

“No fue más que un gesto para expresarle nuestro agradecimiento porque ningún presidente había hecho tanto por esta región en tampoco tiempo y que nos va a impactar tanto para nuestro desarrollo en el futuro”, detalló.

De acuerdo con la funcionaria no se arrepiente de haber hecho ese gesto con el jefe del Ejecutivo en un evento público, pues lo “volvería a hacer”, ya que es una costumbre de su lugar de origen para expresar respeto hacia los mayores.

“De la generación que yo vengo así mostrábamos nuestro respeto a nuestros mayores (…) fue una manera de manifestarle mi respeto, mi apoyo y mi agradecimiento y el agradecimiento de todo lo que ha hecho por un pueblo que vivimos durante más de dos décadas un caciques y abusivo, en donde era puro saqueo”, añadió.

Asimismo, agregó que a AMLO lo ve como “a ese padre que yo perdí muy joven, mi padre se fue a los 50 años de edad y no lo tengo, lo veo y no podría hacer menos que eso”.

Alcaldesa le besa la mano a AMLO

Fue durante la visita del presidente López Obrador al Parque Ecológico y Deportivo “Sierra Hermosa” de Tecámac para supervisar los programas del Bienestar en la entidad, donde Mariela le besó la mano al mandatario federal.

Al final del evento, AMLO levantó las manos de la alcaldesa y de Delfina Gómez, actual gobernadora del Edomex, en señal de victoria, donde Gutiérrez Escalante hizo una pequeña reverencia y besó la mano del jefe del Ejecutivo, mientras éste sonreía.

Las imágenes rápidamente se viralizaron en las redes sociales, donde usuarios y personajes de la política han calificado como un acto de sumisión el gesto de la alcaldesa, quien más tarde aclaró que simplemente fue un acto de respeto.