Cientos de migrantes han quedado varados en México este fin de semana a varios kilómetros de la frontera con Estados Unidos después de que el tren en el que viajaban -de manera ilegal- se detuvieradebido al temor en la seguridad de los migrantes.
La percepción de los migrantes que se encuentran a la espera de poder cruzar a EEUU es que son tratados «como animales» aseguraba Sasha Pacheco, junto con toda su familia, a Reuters.
Pacheco, madre de un bebé que también está con ellos aseguraba que «estamos a una sola hora, pero andando (con el bebé) nos llevaría un día» y denunciaba las malas condiciones en las que se encuentran «estamos en un desierto, solo hay un árbol».
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«¿Por qué nos llevarían si nos van a hacer esto?» se preguntaba a la par que añadía que no había opciones para coger ni autobuses ni taxis desde su lugar actual, en Villa Ahumada, a unos 123 kilómetros de la frontera.
La paralización
Ferromex, la empresa propietaria de los trenes de mercancias se vio obligada a suspender el tránsito de 60 vehículos después de que 4.000 migrantes abordaran los vagones para intentar cruzar a territorio estadounidense.
Migrantes junto a uno de los trenes parados cerca de la frontera con EEUU Reuters
«Ante el notable incremento de migrantes concentrados en diversas regiones del país y el severo riesgo que representa para la integridad de ellas la utilización de trenes de carga para transportarse, Ferromex tiene detenidos temporalmente 60 trenes, equivalentes a la capacidad de 1.800 camionesen rutas hacia el norte del país, en las regiones impactadas por esta problemática social y humanitaria», informó la empresa por escrito el pasado martes.
La paralización ha provocado que mercancías por valor de mil millones de dólares queden varadas en la frontera sin fecha de llegada.
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En estos asaltos a los trenes, alrededor de mediadocena de migrantes han sufrido lesiones y dos de ellos han muerto. Es por esto que la compañía ha reiniciado algunas rutas donde no exista riesgo para las personas.
Grupo México, propietario de Ferromex, asegura que «se continúa monitorizando las concentraciones de migrantes y se mueven los trenesasegurando la continuidad del tráfico, pero evitando altos riesgos para las personas y para las operaciones», dijeron.
Tráfico de personas
La paralización de trenes en la frontera ha destapado un problema de mayor trasfondo y son las redes de inmigración. Se estima que más de 500.000 migrantes harán su aparaición cerca de la fronteras estadounidensea lo largo del año.
Según denunció Juan Carlos Leal en Univisiónesta semana, una cadena ininterrumpida de migrantes está siendo arrastrada desde Colombia hasta Panamá a través de la selva de Darién. «Detrás de nosotros hay miles más«, decía.
Coches del ejército mexicano junto a los migrantes que esperan a cruzar a EEUU Reuters
Luego, esos migrantes se mueven de manera constante en un flujo sin interrupción a través de Centroamérica hacia México y la frontera con Estados Unidos.
Leal y otros muchos esperaban para subirse a los trenes que pasan por la ciudad mexicana de Huehuetoca. Estos migrantes que esperan que el tren les lleve a EEUU, aseguran que 3.500 migrantes son trasladados cada día a través de campamentos en la jungla organizados por contrabandistas en el lado colombiano de Darién.
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El peligroso cruce de la selva ha pasado de más de una semana a tan solo dos días para los más fuertes. Eso es posible por una red de guías, campamentos y senderos que hacen el trayecto más directo.
Tanto es así que el migrante venezolano Marlon Vera, aseguró a Reuters qué viajaba desde hacía dos meses.
Para más problemas, el tren en el que viajaba se detuvo durante varios días a consecuencia de los primeros paros de Ferromex y ahora ha vuelto a ser detenido cerca de Villa Ahumada. «Estamos aquí… sin comida, sin aguaenfrentándonos al frío, al calor…», dijo.
«Les conviene trasladar a la gente lo más rápido posible», dijo el migrante venezolano José Javier Ferreira sobre las bandas que se dedican al contrabando de personas. «Esto no va a parar hasta que le pongan freno a la mafia en Necoclí (Colombia)».
Migrantes con tiendas de campaña sobre el tren parado en Villa Ahumada Reuters
‘La Bestia’
Pero es en México donde se enfrentan a la parte más peligrosa. Tras haber pasado por la selva o, como algunos de estos migrantes, por el desierto, como José Julián que asegura que desde que paró el tren en el que viajaba caminó durante 10 horas para llegar al siguiente pueblo y tres días más para llegar a la fronteraqueda subirse a ‘La Bestia’.
Por lo general, los inmigrantes abordan el tren cuando se detiene para cambiar de vía. Prefieren subirse a los vagones de carga, que tienen los techos planos con escaleras y barandillas que ofrecen asideros.
Migrantes cruzan el Río Grande en Eagle Pass Reuters
Pero en su desesperación, algunos inmigrantes también se agolpan en los vagones cisterna, estrechos y sin barandillasdonde quedarse dormido o un tropiezo puede provocar una caída mortal, de ahí que Ferromex haya decidido parar sus trenes.
Gran parte de este flujo de migrantes se dirige a Eagle Pass, Texas, donde la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos cerró hace unos días uno de los dos puentes que conducen a la ciudad desde la localidad mexicana de Piedras Negras.
La agencia dijo que el puente fue cerrado temporalmente «para redirigir al personal para ayudar a la Patrulla Fronteriza a detener a los inmigrantes» que cruzan a nado el Río Grande.
Las detenciones de inmigrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México subieron un 33% de junio a juliosegún cifras del gobierno estadounidense, revirtiendo una caída después de que se introdujeran nuevas restricciones de asilo en mayo.
Migrantes se lavan en una acequia cerca de la frontera con EEUU Reuters
Muchos de los migrantes irregulares que llegan hasta Eagle Pass no tienen claro por qué han decidido este puerto de entrada. Muchos siguen las recomendaciones de otros migrantes sin saber los peligros a los que se enfrentan en el trayecto y mucho menos las opciones: ‘La Bestia’ o el Río Grande.
Pero esta estampa que se ve con los migrantes agolpados en los trenes que van camino de EEUU es una más de la crisis migratoria que viven ambos países. Solo en 2022 la policía fronteriza estadounidense detuvo a 2,5 millones de migrantesde los cuales la mayoría, un 31%, eran mexicanos. La ola migratoria desafía diariamente ferrocarriles, boyas flotantes y concertinas en la frontera entre ambos países, para seguir su camino hacia «la libertad», como dicen algunos migrantes.
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