Salud
Daniela Londoño
Domingo, 3 de septiembre 2023, 10:46
Estamos a la vuelta de la esquina de iniciar de nuevo las clases, el trabajo y la rutina del día a día. Para muchos comienza algo así como una especie de nuevo ciclo y con él nuevos objetivos. Es común que por estas fechas muchos se planten ahora sí empezar el gym, realizar algún deporte, bajar de peso o mejorar la alimentación. Pero ¿cuánto tiempo nos dura realmente este impulso de cambiar hábitos y favorecer nuestra salud? Por desgracia, para la mayoría, el verdadero desafío no es iniciar, sino sostener en el tiempo una serie de nuevos hábitos que, en muchos casos, cambia nuestras vidas por completo. Es ahí cuando surgen algunas preguntas, ¿cómo cambiar viejos hábitos? ¿hacerlo de golpe o paso a paso? ¿pequeñas o grandes acciones? ¿cómo ser constante? ¿tendré siempre que sacrificarme?
Con el fin de obtener algunas ideas sobre cómo deberíamos realizar un cambio de hábitos que mejore nuestra salud física y mental, hemos contactado con la coaching nutricional y dietista Nuria Romero. Como buena coach, Romero nos ha compartido una serie de sencillos pasos para enfocarnos en los cambios que queremos y cómo llevarlos a cabo. Desde su experiencia, para Romero es muy importante partir de las siguientes tres acciones. La primera es preguntarnos ¿para qué queremos cambiar nuestros hábitos? El para qué es quizá la parte más importante no sólo para iniciar sino también para sostener nuevos hábitos. Y es que esto definirá siempre nuestra acción y motivación, además nos ayuda a tener siempre en mente un objetivo.
El «para qué» más común quizá sea adelgazar o iniciar un tipo de entrenamiento. Aunque es una gran idea, tener un poco de visión y considerar que al adelgazar seremos personas más activas, con más energía, mejor salud, menos dolores y complicaciones. Nos ayuda a buscar ese objetivo con mayor determinación y entusiasmo. En segundo lugar, es muy importante elaborar un plan de acción, tal como lo sugiere Romero. «Haz una lista con todos los cambios o acciones que necesitas realizar para lograr el objetivo que te planteas e inicia por la que más te apetezca. Ten la mente amplia. No te limites al clásico comer mejor y moverme más» y ve por acciones más concretas. Por ejemplo, «mejorar mi relación con la comida, aprender recetas saludables, hacer elecciones saludables en la calle».
El tercer paso consiste en fijarse en uno de los objetivos y desgranarlos en pequeñas acciones o pasos. Por ejemplo, si el objetivo es reducir el picoteo, «empieza registrando cuántas veces picoteas a la semana, para tener un punto de partida, e ir reduciendo gradualmente». O mejor aún, define alternativas saludables a ese picoteo, e identifica por qué recurres a esa acción, es ¿hambre, aburrimiento, estrés, ansiedad? Tras definir estas tres primeras acciones y empezar a trabajar en ellas ten en cuenta que para no desistir tendrás que enfrentar ciertas dificultades, o que hay cosas que escapan de tus manos. Al respecto Romero lanza los siguientes tips:
1. Acepta que habrá dificultades y momentos más complejos que otros, pero tienes o puedes buscar las herramientas para afrontarlos. Por ejemplo, con profesionales de la salud.
2. Se trata de hacer esfuerzos, pero no sacrificarse. Es decir, exígete acorde a la realidad del momento y evita ser autoexigente.
3. Algunas cosas no dependen de ti, por eso en enfócate sólo en lo que está en tus manos. Por ejemplo, aprender a poner límites, priorizarte, persistir.
4. Resiliencia y constancia: las dificultades del proceso se superan mejor con una mirada optimista.
5. Disfruta del proceso y reconoce tus logros.
Finalmente, aunque estas claves pueden resultar oportunas para iniciar un cambio de hábitos, lo recomendable es ser acompañado por un profesional. Así tendrás mayor orientación y recursos a la hora de afrontar dificultades y evitar desfallecer en el proceso.