El excelente estado de las relaciones chino-cubanas en el sector de la biotecnología fue ratificado, este miércoles, durante la inauguración de la 12ma. Reunión del Grupo de Trabajo Conjunto de la Biotecnología Cuba-China.
La primera jornada de la Reunión –que sesionará en La Habana hasta hoy– estuvo presidida, por la parte cubana, por Jorge Luis Perdomo Di-Lella, vice primer ministro; Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma; la miembro del Buró Político del Partido y directora general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, Martha Ayala Ávila; así como ministros, viceministros y directivos de BioCubaFarma.
Por la parte china, presidió la delegación Wu Hao, secretario general de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) de China; Ma Hui, embajador de la República Popular China en Cuba; representantes de la CNDR e invitados.
Wu Hao, secretario general de la CNDR, expresó que la cooperación biotecnológica entre Cuba y China es una herencia de esta profunda tradición de amistad, y promueve una importante plataforma para la cooperación económica y comercial.
Mencionó que varias empresas mixtas como Biotech y Changchun Heber se han desarrollado con estabilidad; productos de «altos kilates» como los anticuerpos monoclonales, el interferón y el PPG han entrado sucesivamente en el mercado; se construyeron y entraron en funcionamiento el Centro de Innovación Conjunta de Yongzhou y el neurolaboratorio conjunto de Chengdu, entre otras plataformas de cooperación.
Asimismo, proyectos clave de biomedicinas, vacunas y agrofármacos marchan satisfactoriamente, y una serie de otros proyectos de cooperación tecnológica han entrado en fase de industrialización.
Agregó que los sectores de cooperación se han expandido gradualmente, desde las tecnologías médicas hacia los ensayos clínicos, la prevención y el control de enfermedades, la agricultura moderna, las ciencias neurológicas, entre otras áreas.
El Secretario General de la CNDR resaltó que, en general, la cooperación biotecnológica entre ambas naciones logra complementar sus puntos fuertes; y es una relación de interés común y ganancia compartida, que revela una situación favorable para el desarrollo.
«Esto es resultado de la preocupación personal y la orientación de los dirigentes de ambos países; del gran apoyo de ambos gobiernos, de ambas industrias y del esfuerzo conjunto de personalidades del entorno científico-tecnológico. Es también un resultado de la comunicación estrecha y la colaboración unánime del Grupo de Trabajo Conjunto. Estos frutos se obtuvieron con mucho esfuerzo, y son de un valor incalculable, por lo que merece atesorarlos», destacó.
Los debates abarcarán esferas como los marcos regulatorios, la inversión extranjera, los modelos de negocio innovadores, la generación de nueva propiedad intelectual conjunta, así como el desarrollo de estrategias ganadoras que fortalezcan y mejoren la cooperación entre los dos países.