Las administraciones de Estados Unidos y México lograron impedir la llegada masiva de migrantes solicitantes de asilo a la frontera común, según informaron la agencia EFE y los propios migrantes y activistas humanitarios. Un río imparable de personas se redujo a prácticamente cero debido a las medidas disuasorias de la administración del presidente estadounidense Joe Biden, con ayuda de México, que arruinaron la retórica republicana de una crisis en la línea de falla.
“Ahora suele llegar poca gente, la mayoría de los cuales desconoce que una solicitud sirve para concertar una cita y obtener una entrevista para solicitar asilo”, dijo a Efe Pedro Ríos, director del Comité de Servicios.
El comité es el único grupo que ha mantenido una ayuda constante a los migrantes que llegan a una zona entre dos muros fronterizos paralelos en Jacumba, California, que en mayo pasado se convirtió en el lugar por donde más migrantes entraron ilegalmente a la frontera suroeste del país. Las detenciones de migrantes que cruzaron irregularmente la frontera con México cayeron a 54.000 el mes pasado, la cifra más baja registrada bajo la administración Biden, según el canal CBS.
Ríos destaca que el tiempo de espera puede ser de ocho a nueve meses sólo para conseguir una cita. “Es muy largo porque no pueden trabajar, y es más difícil si tienen que mantener a una familia, además los albergues tienen un tiempo límite para acogerlos, normalmente un mes”, explicó.
A esto se suma el hecho de que las autoridades mexicanas sirven de filtro y complican el proceso. Por ejemplo, Boanerges, un migrante ecuatoriano que no quiso revelar su nombre, dijo que llegó en avión a Tijuana, México, con la intención de cruzar a California para pedir asilo, pero las autoridades migratorias mexicanas lo detuvieron y lo enviaron a Chiapas también en México para solicitar cita desde allí. Aunque Trump basó su campaña en la supuesta invasión de migrantes que ingresan por la frontera, la realidad es que ahora son muy pocos los extranjeros que logran ingresar y con pocas posibilidades de obtener asilo, destaca el activista.
Harris prometió mantener las restricciones impuestas por Biden y culpó a su oponente de arruinar un proyecto de ley bipartidista que reformaba el sistema de asilo. Por su parte, Trump siguió afirmando que hay una crisis en la frontera. La semana pasada, en una visita a Arizona, prometió que, de ser elegido, contrataría a 10.000 agentes más de la Patrulla Fronteriza y les daría un bono de 10.000 dólares para permanecer en la agencia. El proyecto de ley bipartidista que los republicanos se negaron a aprobar en marzo pasado también asignó fondos para más agentes y jueces de inmigración.
