El mercado de vivienda en México está en un punto de inflexión. Las nuevas generaciones no solo buscan un hogar, sino un estilo de vida funcional y sustentable, en ciudades bien conectadas, seguras y con servicios eficientes. Esta demanda ha impulsado la necesidad de transformaciones tanto en el mercado inmobiliario como en el marco normativo, para alinearse con las expectativas de los compradores jóvenes, que representan cerca de 50 millones de potenciales compradores en el país.
No obstante, el problema de habitabilidad en México es significativo, en gran parte debido a la mala planificación urbana. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 6.1 millones de viviendas están deshabitadas (¡15% del total!), muchas de ellas en zonas sin servicios básicos y sin calidad de vida adecuada. Esto las hace poco atractivas para los jóvenes, que prefieren vivir en áreas bien conectadas y seguras.
El mercado ha comenzado a adaptarse a estas nuevas exigencias de información. Plataformas digitales y tecnológicas ofrecen datos valiosos que permiten a los jóvenes tomar decisiones más informadas sobre sus futuras viviendas. Estas plataformas facilitan el acceso a información clave, como ubicación, conectividad, seguridad y servicios, ofreciendo una experiencia de compra más transparente y accesible. Gracias a estos avances, el proceso de búsqueda y compra de vivienda es ahora más eficiente, reduciendo las barreras que enfrentan las nuevas generaciones al ingresar al mercado inmobiliario.
El marco normativo también ha comenzado a responder a los intereses de los jóvenes. La nueva norma de habitabilidad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) dificultará el financimiento de viviendas que no cumplan con los estándares básicos de habitabilidad. Con esta normativa y el interés creciente en viviendas bien ubicadas, se espera un aumento de la oferta de viviendas atractivas para los jóveneslo que impulsará la revitalización urbana.
Sin embargo, a pesar de estos avances, el marco regulatorio debe hacer más para que el proceso de adquisición de viviendas sea más accesible, eficiente y coherente con las expectativas de las nuevas generaciones. La falta de inversión y voluntad política han frenado la implementación de tecnologías que simplifiquen el acceso a la vivienda.
Para avanzar hacia una modernización real, es necesario que los tres niveles de gobierno impulsen de forma más acelerada la adopción de tecnologías como la firma electrónica, la inscripción digital en registros públicos y el acceso en línea a información catastral, facilitando un proceso más ágil y transparente. Estas medidas no solo acelerarían el proceso de compra, sino que también permitirían una mayor transparencia y reducción de los tiempos en trámites tradicionalmente engorrosos.
Las nuevas generaciones exigen un mercado inmobiliario dinámico y adaptable, que responda de manera integral a sus necesidades y estilo de vida. La tecnología ya está transformando el mercado, pero es el marco normativo el que debe impulsar y consolidar esta transformación, eliminando barreras y haciendo más ágil y accesible el proceso de compra.
Solo con estos ajustes se podrá construir un mercado que responda a las expectativas de los jóvenes, contribuyendo al crecimiento económico y a la revitalización urbana. Sin políticas públicas adecuadas que respondan a estas necesidades, las mejoras seguirán siendo insuficientes para crear un mercado inmobiliario inclusivo y sostenible.
** El autor es director de Asuntos Corporativos y Política Pública en Tuhabi.
Actualmente lidera el equipo de asuntos corporativos y políticas públicas en Tuhabi. Anteriormente, como Senior Advisor en Albright Stonebridge Group, asesoró a clientes multinacionales en estrategias de inversión y asuntos corporativos. También trabajó en Rêv Worldwide, liderando el desarrollo de negocios en México, y fue consultor para el sector público en México. Economista del Instituto Tecnológico Autónomo de México y MBA de Harvard Business School.