La marcha, convocada por organizaciones sociales y sindicales, salió de las afueras de la sede del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y fue interrumpida unas pocas cuadras adelante.
Estaba previsto recorrer calles del Centro Histórico de Quito, pero fueron impedidos de transitar por esa zona debido a las barreras y al fuerte contingente de uniformados que impidieron el acceso.
Eso demuestra la cobardía de este gobierno, aseveró el presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), José Villavicencio, quien criticó la gestión del actual Ejecutivo, “que no resuelve los problemas del país”.
Los policías deben estar cuidando los barrios del narcotráfico, pero por orden del Gobierno no podemos avanzar, Noboa le tiene miedo al pueblo, afirmó Andrés Quishpe, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE).
Los manifestantes lograron retirar varias vallas y algunos recibieron los efectos de gases lacrimógenos.
Si bien no consiguieron avanzar, desde allí lanzaron consignas contra el mandatario y quemaron una figura de cartón del gobernante, como las que él mismo promovió durante su campaña.
“Más de 60 mil trabajadores han sido despedidos en medio de la crisis en Ecuador”, denunció Nelson Erazo, presidente del Frente Popular.
El dirigente rechazó que el Ejecutivo destine recursos para contrarrestar las protestas, en lugar de invertir en seguridad, salud, educación y para resolver la crisis energética.
La policía detuvo con violencia a algunos de los asistentes a la protesta, entre ellos activistas defensores de los derechos humanos, y también vio cómo los agentes arrastraron a un estudiante por el asfalto.
Esta es la segunda manifestación que en las últimas dos semanas pide la salida del presidente Noboa, a quien los asistentes acusan de agudizar la crisis económica y social del país, con inseguridad, cortes eléctricas y aumento del desempleo.
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