Un nuevo estudio demuestra la receta efectiva para promover el bienestar y la salud mental

Las actividades al aire libre, en la naturaleza, promueven el bienestar y la salud mental. Hasta ahora, esta afirmación que se daba por buena de forma mayoritaria tanto a pie de calle como en sectores profesionales como la psicología. por ejemplo, lo recomendaban los expertos de Harvard para cultivar el optimismo, clave para alcanzar la felicidad. Pero no había sido probada con tanto rotundidad como ha hecho un nuevo estudio recién publicado a comienzos de este mes de septiembre.

La investigación, que ha sido financiada con más de 6 millones de euros de dinero público (es un proyecto intergubernamental), demuestra la efectividad de la llamada prescripción social verde. Esto es, que las personas con un problema de salud mental participen en actividades basadas en la naturaleza para fomentar su bienestar personal y, por ende, una mejora de su estado de ánimo.

En total, han participado en el estudio 8.339 personas con necesidades de salud mental que han realizado distintas actividades en la naturaleza a través de siete proyectos piloto. “En comparación con muchas otras iniciativas de prescripción social, el proyecto llegó a una gama más amplia de personas, incluidos niños y jóvenes menores de 18 años, poblaciones de minorías étnicas (21%) y personas de áreas socioeconómicamente desfavorecidas (57%”apunta la universidad de Sheffield.

El estudio concluye que su felicidad, ansiedad, satisfacción vital y sensación de que la vida no valía la pena era peor que las de la media nacional. Esto cambió después de someterse a la prescripción social verde. “Después de participar en el proyecto, el bienestar había mejorado y, en general, la felicidad y la ansiedad estaban en línea con la media nacional. Los niveles de satisfacción vital y la sensación de que la vida valía la pena también habían mejorado significativamente”asegura la universidad inglesa responsable del estudio en asociación con la Universidad Sheffield Hallam, la Universidad de Exeter y la Universidad de Plymouth.

“La naturaleza es una gran medicina y nuestra investigación demuestra que aprovechar el poder de la naturaleza a través de la prescripción social ecológica no solo es beneficioso para la salud mental y física, sino también una herramienta rentable”afirma la Dra. Annette Haywood, investigadora principal y jefa de la Sección de Salud Pública de la Facultad de Medicina y Salud de la Población de la Universidad de Sheffield.

La investigación ha sido publicada dentro de un informe para el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) del Reino Unido, la máxima autoridad en dichas materias. El informe se titula ‘Evaluación del proyecto de prevención y lucha contra las enfermedades mentales mediante la prescripción social ecológica’y tiene como objetivo saber más acerca de los resultados potenciales de aumentar los esfuerzos y recursos destinados a potenciar la prescripción social verde para prevenir o mejorar enfermedades mentales.

Salud Qué tipo de actividades en la naturaleza se recetan

Cabe mencionar que en España ya se están promoviendo proyectos pilotos similares a la llamada prescripción social verde que vinculan salud y deporte de manera directa. Por ejemplo, se lleva a cabo alguno en la Comunidad de Madrid. En concreto, en la ciudad de Rivas Vaciamadrid se ha puesto en marcha una iniciativa financiada por ambas instituciones para que los médicos de cabecera puedan recetar deporte a sus pacientes si lo necesitan, deporte que realizan de forma supervisada y guiada en instalaciones municipales. Se cree que esta es una de las formas de cuidar la salud mental de mayores y jóvenes.

En este caso hablamos de recetar por parte de los médicos de cabecera y trabajadores sociales actividades en la naturaleza con el mismo objetivo. Las actividades que se pueden recetar son muy variadas: desde actividades de conservación, jardinería u horticultura hasta algún tipo de actividad deportiva al aire libre pasando por terapias de conversación al aire libre, según señala la universidad de Sheffield.

“Nuestros hallazgos demuestran cómo la prescripción social ecológica puede ayudar a las personas con su salud mental. La mayoría de las actividades basadas en la naturaleza son proporcionadas por pequeñas organizaciones voluntarias y grupos comunitarios locales y este estudio destaca cómo las preocupaciones sobre su sostenibilidad representan una barrera para un mayor progreso”indica el profesor Chris Dayson, del Centro de Investigación Regional, Económica y Social de la Universidad Sheffield Hallam.

Los investigadores, eso sí, solicitan una mayor inversión de las instituciones en la prescripción social ecológica o verde. “Para que la prescripción social ecológica siga teniendo éxito, el sistema sanitario necesita más inversiones para apoyar a estas organizaciones, su personal y sus voluntarios a crecer y desarrollarse”concluye el profesor Chris Dayson.

En concreto, los investigadores han demostrado que con un coste medio de 507 libras esterlinas por participante (601 euros), “la prescripción social ecológica es un método rentable para apoyar a personas con un amplio espectro de necesidades de salud mental, en comparación con otras intervenciones, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la activación conductual y la intervención temprana para la psicosis y la atención colaborativa para la depresión”.