Salud
La comida rápida y el alcohol no son una buena combinación.
Muchas personas creen que vivir cerca de bares o restaurantes de comida rápida puede ser realmente beneficioso, en especial cuando dan antojos de disfrutar de ellos. Sin embargo, un reciente estudio reveló que es todo lo contrario e incluso representa un riesgo.
La investigación difundida por la revista Insuficiencia cardíaca circulatoriaperteneciente a la Asociación Americana del Corazón, refiere que habitar en zonas donde se encuentran este tipo de locales aumenta el riesgo de padecer insuficiencia cardíaca.
“La mayoría de las investigaciones sobre nutrición y salud se han centrado en la calidad de los alimentos. No obstante, ninguna toma en cuenta el impacto del entorno”, refiere el autor y profesor Lu Qi de la Universidad de Nueva Orleans.
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Asimismo, el estudio plantea que el riesgo es mucho más alto en personas que no tienen estudios universitarios y los que viven en zonas urbanas sin instalaciones deportivas.
¿Realmente es un riesgo vivir cerca de restaurantes o bares?
A fin de demostrar este punto, los expertos utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido. Esta es una base de datos que contiene información sobre la salud de más de 500.000 adultos y que se encuentra disponible para la comunidad científica.
Partiendo de esto, el equipo evaluó la exposición de las personas a este tipo de establecimientos en un radio máximo de 0.62 millas. De la muestra inicial, se encontraron un total de 13.000 casos de insuficiencia cardíaca.
Los investigadores apuntaron que las personas que vivían menos de una milla de un puesto de comida rápida, tenían un 16 % más de riesgo de sufrir insuficiencia. Mientras que aquellos que hacían vida en zonas donde hay bares presentaron un 14 % de probabilidad de padecer este problema.
Urgen espacios saludables
El profesor Qi puntualizó que la exposición a entornos repletos de locales de comida y alcohol también está asociada a otros problemas. A su juicio, las personas también pueden presentar diabetes tipo 2 y obesidad.
En ese sentido, los especialistas consideraron que es importante modificar este tipo de patrones y facilitar espacios con expendio de alimentos saludables. Asimismo, agregaron que este cambio debería estar sujeto a instalaciones para realizar ejercicio físico en zonas urbanas.
De esta manera, las personas pueden entender cuán necesario es la salud física y la ingesta de comida sana baja en grasa. Sin embargo, algunos doctores del Centro Médico de la Universidad de Columbia creen que hace falta un análisis más detallado con poblaciones más diversas desde el punto de vista racial y étnico.