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- Esta es la tecnología que hace que Internet funcione, sin ella Netflix o YouTube no existirían
Al contrario de lo que sucedió en sus inicios, hoy día disponemos de conexiones a Internet de banda ancha que nos permiten llevar a cabo múltiples tareas online de manera simultánea. Al tiempo que vemos un vídeo, podemos estar descargando archivos mientras trabajamos a través de Internet con alguna aplicación de forma remota.
Dependiendo de lo que hayamos contratado con nuestro operador, dispondremos de mayor o menor ancho de banda tanto en casa como en el trabajo. Pero en la mayoría de las ocasiones será más que suficiente para las tareas que desempeñamos en el día a día con el PC. Sin embargo, hay una tecnología de la que hacemos uso, sin darnos cuenta, prácticamente a diario y que no le damos la suficiente importancia.
De hecho, sin la misma, posiblemente Internet en general no tendría nada que ver con lo que conocemos en estos instantes. Sus plataformas y servicios no serían los mismos ni funcionarían de la misma manera. En concreto nos referimos a la denominada como compresión de vídeo. Cabe mencionar que en la mayoría de las ocasiones no le damos la importancia que tiene a esta trascendente tecnología integrada en múltiples servicios y plataformas en línea.
Podemos afirmar que esta es una de las muchas tecnologías que funcionan en nuestros equipos a diario, pero que no valoramos en su justa medida. Y es que, por ejemplo, si no fuese por la compresión de vídeo utilizada por la mayoría de los contenidos multimedia, las plataformas de transmisión que usamos hoy día serían casi imposibles de mantener y utilizar.
Qué sería de Internet sin la compresión de vídeo
En mayor o menor medida existen diferentes tecnologías relacionadas con la compresión de vídeo que se aplican a buena parte de los contenidos de este tipo que reproducimos hoy día online. Vamos a hacernos una idea más aproximada de su importancia y trascendencia. Y es que de no existir la compresión de vídeo, solo la plataforma youtube necesitaría por sí sola más de 100 veces el ancho de banda total de Internet de todo el mundo.
Esto sucedería si no se aplicase dicha compresión en los cientos de millones de vídeos que el sitio web streaming sirve diariamente a todo el globo. Eso ya sin entrar en el consumo de ancho de banda de las actuales plataformas como Netflix, HBO, Prime Video o Disney+. Es más, esta cifra de consumo de YouTube se multiplicaría por 10 más si todo su contenido se retransmitiese en calidad 4K.
Básicamente, esto significa que Internet tal y como lo conocemos en estos instantes sería inviable. De ahí precisamente la importancia de las diferentes tecnologías de compresión de vídeo que se utilizan hoy día y se aplican a la mayoría de los contenidos en streaming actuales. Además, hay que tener en cuenta que son varios los apartados que entran en juego al llevar a cabo estas técnicas.
Por un lado, se reduce el espectro de tonalidades existente en estos vídeos, colores que el ojo humano no puede detectar y que se eliminan. Además, esta compresión también actualiza tan solo aquellos píxeles que cambian de color entre frame y frame. Igualmente, se utilizan técnicas vectoriales en el desplazamiento de esos puntos de la imagen para así no tener que realizar todo el tratamiento en global.
Así, gracias a esta tecnología que os comentamos podemos seguir disfrutando de nuestros vídeos vía streaming. E incluso llevar a cabo otras tareas online de forma simultánea sin problema alguno.