Los ojos de la comunidad internacional se encuentran puestos en Ecuador luego de que la tarde del martes 9 de enero un comando armado irrumpiera en las instalaciones de la cadena de televisión TC durante una transmisión en vivo.
En cuestión de minutos, las imágenes de los conductores, periodistas y trabajadores de la televisora ecuatoriana siendo sometidos por hombres encapuchados y fuertemente armados comenzaron a circular en redes sociales.
De acuerdo con los primeros reportes, la toma de las instalaciones fue atribuida a una pandilla identificada como Los Lobos, la cual ha cobrado relevancia en el país sudamericano no sólo por las múltiples actividades delictivas que perpetran o las rencillas que sostienen con otras bandas locales sino también por sus vínculos con una de las organizaciones más peligrosas de México: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
¿Quiénes son ‘Los Lobos’?
Programa de televisión ecuatoriana es tomada por hombres armados | Captura
Tal y como reportó Israel Navarro para MILENIO en 2022, la organización delictiva que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes -El Mencho- se alió con dos peligrosas pandillas que operan en Ecuador: Los Lobos y Los Tiguerones.
Ambas células criminales mantienen una fuerte presencia en calles de diversos departamentos del ombligo de América Latina, donde controlan actividades ilícitas como el narcomenudeo, la extorsión, el contrabando y homicidios.
Además de emular el estilo sanguinario característico de cárteles mexicanos, las pandillas -incluyendo a Los Lobos- también controlan las principales penitenciarias de Ecuador.
En un perfil realizado por la organización civil InSight Crime se señala que Los Lobos se han consolidado como la segunda agrupación delictiva más numerosa de Ecuador con más de 8 mil miembros distribuidos en distintas prisiones del país sudamericano.
El control que mantienen en los distintos centros penitenciarios, sumado a las rencillas con grupos rivales dejó más de 315 reclusos muertos, tan solo en 2021.
Si bien Los Choneros continúan figurando como la organización criminal dominante en Ecuador, su debilitamiento dejó el camino libre para que Los Lobos tomaran el control de una poderosa alianza de células criminales, entre las que destacan Los Tiguerones y los Choner Killers, quienes disputan el control de prisiones y el tráfico de drogas.
Los Lobos también se han convertido en una de las pandillas más activas en la industria de la minería ilegal.
¿Cómo surgieron ‘Los Lobos’?
Los Lobos: la pandilla ecuatoriana con vínculos con el CJNG | Captura de pantalla
La pandilla ecuatoriana señalada de irrumpir y amagar trabajadores de TC Televisión en Guayaquil surgió primero como una escisión de Los Choneros, el principal grupo criminal de Ecuador.
«Cobraron importancia en 2020 después de la fragmentación de algunos de los principales grupos criminales de Ecuador. Desde 2016, Los Lobos y sus aliados proveen armas y seguridad para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se disputa el control de las rutas de cocaína en Ecuador», citó al medio local Código Vidrio, InSight Crime. Fue tras la muerte de Jorge Luis Zambrano en 2020 -mejor conocido como Rasquiña y ex líder criminal de Los Choneros- que varias pandillas cambiaron de bando y crearon una nueva alianza para combatir a la organización delictiva de la cual primero fueron aliados.
De este modo, aquellas pandillas que se separaron de Los Choneros -Los Lobos, Los Chone Killers y Los Tiguerones- crearon su propia confederación, la cual hacen llamar como Nueva Generación en referencia a los vínculos que sostienen con el cártel mexicano de las cuatro letras.
Diversos reportes periodísticos de Ecuador dan cuenta de que en 2021, Nueva Generación coordinó ataques en contra de cabecillas de Los Choneros, entre ellos José Adolfo Macías Salazar, alias Fito, quien recientemente se fugó de la Penitenciaría del Litoral.
En 2021, integrantes de Los Choneros y de Los Lobos protagonizaron un enfrentamiento en una prisión de Guayaquil, otro episodio violento que dejó decenas de reclusos muertos.
En su afán de entender el comportamiento de ambos grupos delictivos rivales, autoridades ecuatorianas señalaron la participación de cárteles mexicanos como la razón de la violencia que se desbordó en las prisiones del país sudamericano.
» Las autoridades alegan que el Cartel de Sinaloa, en México, que apoya a los Choneros, y el CJNG, del lado de la Nueva Generación, han entregado armas y apoyo a los grupos ecuatorianos», se lee en un análisis publicado por InSight Crime. El vínculo con cárteles mexicanos Un informe de la Coordinación de Seguridad Penitenciaría de la Policía obtenido por Israel Navarro para MILENIO apunta a que, hasta 2022, de los 40 mil presos que había en cárceles de Ecuador, 25 mil formaban parte de las pandillas que colaboran con el Cártel de Sinaloa y el CJNG.
Fuerzas Especiales Mencho, brazo armado del CJNG
Ecuador ha sido durante décadas una zona clave para organizaciones transnacionales del tráfico de drogas pues, desde el ombligo de Latinoamérica, buscan coordinar el envío de cocaína proveniente de Perú y Colombia.
Investigaciones que la periodista Emily Green realizó para Vice News señalaron que miembros de las pandillas ecuatorianas eran entrenados al norte de Ecuador por cárteles mexicanos y, aunque primero únicamente desempeñaban un papel de apoyo para el narcotráfico, actualmente financian la producción y tráfico de cocaína.
Ecuador es clave para el tráfico de cocaína proveniente de Perú y Colombia
Por su parte, el periodista ecuatoriano Arturo Torres declaró en entrevista con BBC Mundo que el CJNG paga a sus aliados en Ecuador -Los Lobos, Los Tiguerones y Los Chonekillers- por su protección.
«Normalmente les pagan con cocaína, aunque también con efectivo, y ellos venden microdosis en Ecuador, donde el consumo de droga ha aumentado», señaló el comunicador a la cadena internacional de noticias. Aunque en un inicio las actividades delictivas de Nueva Generación se concentraban en la región de Esmeralda, con el respaldo de la organización delictiva que encabeza El Mencho, han apostado por expandir su poderío a las principales ciudades del país ecuatoriano, dejando a su paso una incesable ola de violencia que ahora autoridades luchan por frenar.
ATJ
