«¡Tienes que leer The Nix, su autor es el Lionel Messi de la literatura!». Todos tenemos ese amigo lector, ese dealer de libros que, de tanto en tanto, se convierte en el que nos abre las puertas a nuevas obsesiones literarias. En este caso, las palabras entrecomilladas vinieron de un tipo conocido no solo por su impecable gusto literario, sino también por sus gélidas y calculadas críticas, siempre mesuradas, siempre distantes. Por eso, cuando me soltó esa afirmación, me sorprendió su desbordante entusiasmo. Como soy de los que desconfían de las recomendaciones impulsivas, no reaccioné inmediatamente, supongo que esperaba que yo saliera corriendo a la librería para comprar el mamotreto de 700 páginas de un tal Colina de Nathan. A la semana, me volvió a insistir con una fórmula que bien podría haberla aprendido de un algoritmo de Netflix: «Si te gustan John Irving, David Foster Wallace YJonathan FranzenNathan Hill te va a volar la cabeza». Y, claro, ahí me convenció. Empecé a leer con la ilusión de que no fuera tan bueno, de que no me absorbiera tanto. Pero el libro hizo añicos todas mis expectativas, porque sí, podía ver esas influencias de los autores que mencionaba, pero Hill hacía algo completamente distinto. Tenía una voz propia, y sus obsesiones particulaes. Además de un talento bestial.
Todo eso pasó allá por 2016. Apenas supe en 2024 que estaba por salir su segunda novela, me lancé a conseguirla como quien se lanza a la caza de un tesoro, temiendo que no estuviera a la altura de la primera. Pero no. Hill se reinventa sin perder su esencia, sigue creando mundos donde uno no sólo lee, sino que habita. Historias en las que uno ríe y llora junto a los personajes, esas historias en las que, como lectores, no queremos irnos nunca.
Y aquí, en esta entrevista más de fan que de periodista, Nathan Hill responde estas preguntas, enviadas desde un rincón lejano del mundo, Tucumán, Argentina.
¿Qué te inspiró a escribir Wellness, y cómo se relaciona esta nueva novela con los temas que exploraste en The Nix?
Escribí el primer capítulo hace casi veinte años. Vivía en un pequeño estudio en Queens, y la vista desde mi ventana era solo una pared llena de otras ventanas de otro edificio. Imaginé a dos personas jóvenes y solitarias, observándose a través de sus respectivas ventanas, enamorándose lentamente desde la distancia. Escribí esa historia como un relato corto, y en ese momento, con veintitantos años, pensé que era increíblemente romántica. Luego la olvidé. Muchos años después, recordé a esa pareja. Ahora tenía más de cuarenta, felizmente casado, y me di cuenta de que no eran románticos, sino ingenuos. Eran unos idiotas. Las fantasías que proyectaban el uno sobre el otro no tenían nada que ver con cómo se construye una relación real. Entonces, comencé a preguntarme qué les habría pasado. A medida que crecieron, sus fantasías dieron paso a una realidad más complicada, y el mundo que los rodeaba se volvió muy extraño. ¿Qué sería de su relación? Así comenzó la historia.
Respecto a los temas de mis dos libros, no es algo que piense conscientemente. Los libros tienden a surgir como seres únicos, y cualquier relación entre ellos es accidental. Supongo que ambos tratan con personajes enfrentando traumas del pasado, y argumentan que incluso las personas más cercanas a nosotros tienen vastos misterios interiores que no podemos conocer. Pero, para mí, son criaturas muy distintas.
The Nix fue elogiado por su sátira sobre la política y la cultura contemporánea. ¿Cómo aborda Wellness las relaciones humanas de manera diferente o similar?
Puede que haya un poco menos de sátira en Wellness… pero solo un poco. Todavía disfruto mucho burlándome de cosas que encuentro ridículas. Pero el enfoque sobre las relaciones es completamente nuevo. En Wellness, quería escribir una historia en la que llegues a conocer a los personajes de la misma manera en que conoces a tu pareja o cónyuge: tanto hacia adelante como hacia atrás, al mismo tiempo. Conoces a las personas hacia adelante mientras vives con ellas, observas sus hábitos, sus diversos tics y rarezas. Y las conoces hacia atrás cuando conoces a sus viejos amigos, a sus padres, escuchas historias del pasado, ves dónde crecieron y descubres quiénes eran antes de que las conocieras. Así es como sucede en la vida, y quería imitar ese proceso en la novela, lo que, resultó ser, me produjo un gran dolor de cabeza. Reorganicé el libro muchas veces hasta que finalmente llegué al orden final. Hubo mucho ensayo y error.
La novela fue publicada por AdN, un proyecto editorial de narrativa contemporánea que nace para ofrecer al lector una propuesta plural tanto en géneros como en autores.
Wellness explora el matrimonio y la evolución de una pareja. ¿Cuáles crees que son los mayores desafíos de las relaciones modernas?
Estamos viviendo más tiempo que nunca, y, por lo tanto, se espera que los matrimonios duren más que nunca. Creo que el amor definitivamente puede perdurar a lo largo del tiempo, siempre que sea capaz de adaptarse a los cambios inevitables que la vida trae consigo. Eventualmente, si estás con tu pareja el tiempo suficiente, descubrirás que tu pareja se ha convertido en una persona ligeramente diferente, tú te has convertido en una persona ligeramente diferente, y el mundo es un mundo ligeramente diferente, y si tu amor no es flexible, podría romperse. Como recuerda un personaje en mi novela: «Si te aferras demasiado a lo que quieres ver, te perderás lo que realmente está ahí».
¿Cómo crees que las redes sociales y la tecnología han transformado las expectativas sobre el amor y las conexiones humanas, temas que tocas en Wellness?
Creo que comprender cómo la tecnología da forma a nuestra percepción del mundo es una habilidad crucial para vivir en el siglo XXI. Si estamos en línea, somos objetivos de la desinformación y la mala información, y también somos víctimas de lo que podríamos llamar una sobrecarga de información: tenemos acceso a tantos hechos verdaderos que la verdad se vuelve confusa. Es como un torrente de información sin contexto, datos sin sabiduría. Así que ser capaz de diferenciar entre hechos y propaganda es enormemente difícil, y luego saber qué hacer con todos esos hechos también es enormemente complicado.
¿Cuál fue el proceso creativo de Wellness y cómo fue diferente del de The Nix?
El proceso de escritura para ambos libros fue exactamente el mismo: intento escribir todos los días, y mi regla es que debo producir entre cinco y siete páginas escritas a mano por día. Esta regla funciona para mí porque incluso en los días malos, cuando escribir es difícil, encuentro que aún puedo sacar cinco páginas horribles. Pero en los días buenos, cuando escribir es fácil, me detengo en siete páginas, aunque probablemente podría escribir muchas más. Me detengo porque sé exactamente cómo voy a empezar al día siguiente, y puedo sumergirme de inmediato. Y con suerte, llegaré a siete páginas al día siguiente, y al siguiente también. Para mí, es más importante entrar en un flujo regular diario que escribir en exceso en un solo día.
¿Qué desafíos enfrentaste al desarrollar los personajes principales en Wellness, y cómo difieren de los de tu primera novela?
Por lo general, no planifico mi historia con anticipación, ni entiendo completamente a mis personajes cuando comienzo a escribir. En cambio, suelo descubrirlos sobre la marcha. Después de cada oración y de cada escena, me pregunto qué vendría después, de manera lógica, emocional o temática, y la historia y los personajes tienden a crecer de forma orgánica a partir de esas cientos de pequeñas decisiones. A veces esto me lleva a lugares inesperados y maravillosos, y otras veces a callejones sin salida. He tenido varias subtramas que al final no llevaron a ninguna parte y personajes que resultaron innecesarios. Es una forma desordenada y probablemente ineficiente de escribir, pero me mantiene sintiéndome continuamente sorprendido a lo largo del proceso, y pienso que si yo me siento sorprendido, tal vez el lector también lo hará.
Tus libros mezclan humor, drama y observaciones sociales. ¿Cómo logras equilibrar los tonos?
Es muy fácil ir demasiado lejos en una sola dirección. En los primeros borradores, tiendo a inclinarme hacia la sátira y el humor, principalmente porque me gusta entretenerme durante los años que lleva escribir un libro. Por lo general, es más adelante en el proceso, cuando ya conozco mejor a los personajes, cuando encuentro el corazón de la historia y el drama comienza a surgir. Luego, en las revisiones, mi trabajo es encontrar el equilibrio adecuado, como un ingeniero de sonido ajustando los niveles.
¿Cuáles autores o libros han influido en tu estilo?
¿Sabes cómo ciertas bandas o ciertas canciones te llegan en el momento justo de tu vida? Como si hubiera algo en el momento preciso que permitiera que la música te penetrara de manera profunda y significativa. Eso mismo me ha pasado con algunos autores. Los efectos pueden ser diferentes para otras personas, pero para mí, diría que descubrí a John Irving en un momento de mi vida en que estaba pensando en convertirme en escritor. Era un joven viviendo en Iowa City, pensando que podría ser escritor, y él había vivido allí mucho tiempo y escribió novelas sobre jóvenes que querían ser escritores, lo que se sentía muy cercano. Luego, en la universidad, descubrí a Donald Barthelme en un momento en que me frustraba la prosa pesada que tenía que leer en otras clases. Su humor y absurdidad fueron simplemente un deleite. Después, en la escuela de posgrado, fue Virginia Woolf: me encantaba su capacidad de volverse increíblemente introspectiva, de habitar a sus personajes con una cercanía extrema, de modo que el tono de sus libros es como escuchar la “voz cerebral” de alguien desde dentro.
Tanto The Nix como Wellness ofrecen críticas a la sociedad contemporánea. ¿Cuál es el rol de un escritor en tiempos de tensión cultural?
Trato de resistir el impulso tan poderoso de las redes sociales de siempre “tomar partido”. Parece haber una demanda en nuestra cultura mediática de pensar de manera muy binaria y de suma cero, como si ser “anti-esto” significara automáticamente ser “pro-aquello”. Pero creo que cualquier idea sostenida de manera demasiado rígida, ideológica o inflexible se calcifica en error. Por eso es importante evaluar siempre por qué piensas lo que piensas.
También creo que el trabajo del novelista —o de cualquier artista— es resistir el pensamiento automático y los marcos convencionales. El mundo es increíblemente complicado y aterrador, y la reacción natural a esto es erigir sistemas totalizadores de conocimiento que nos proporcionan atajos mentales, permitiéndonos creer que entendemos el mundo. La tarea del escritor es utilizar toda su sensibilidad, conocimiento, sabiduría, empatía y capacidad de observación para devolver al mundo su complejidad y profundidad ocultas.
Tras el éxito de The Nix y la publicación de Wellness, ¿qué sigue en tu carrera literaria?
¡Mi próxima novela! Llevo un año haciendo notas, y ahora estoy listo para escribir.
¿Has leído a autores argentinos?
Por supuesto, soy un gran admirador de Borges y constantemente recuerdo su breve cuento “Borges y yo”, donde se compara a sí mismo, la persona humana real, con el famoso autor “Borges”. Los dos se sienten, el uno para el otro, como personas diferentes, que es básicamente por lo que todos estamos pasando estos días. ¿Mi yo en las redes sociales sigue siendo «yo» o soy una persona diferente cuando estoy en línea?
Consejos para escritores jóvenes.
Como escritor, no puedes predecir cómo reaccionará la industria editorial o el mercado literario ante tu libro. Algunos libros se vuelven populares, otros nunca encuentran su público. Entonces, como nunca sabes lo que va a pasar, es mejor que hagas lo que quieras. También puedes disfrutarlo en el camino. Escribe el libro que te parezca más auténtico e idiosincrásico, y ni siquiera pienses en el mercado.
Cinco libros esenciales para aspirantes a escritores.
Esta respuesta parecerá una trampa, pero lo digo en serio: relee tus cinco libros favoritos, pero reléelos como un practicante, como un artesano, analizando cómo están compuestos. Léelos como escritor más que como fan.
Breve biografía del autor
Nathan Hill nació en Iowa, en 1975. Antes de ser escritor, fue casi ingeniero: la Universidad de Iowa le enseñó la ciencia de los circuitos y las matemáticas del cuerpo humano, pero también el arte de las palabras. Y Hill, traidor a las exactitudes, desertó para estudiar inglés y periodismo. Se dejó llevar por la promesa de las clases de escritura creativa, convirtiéndose en reportero del Daily Iowan mientras, en secreto, descubría el peso adictivo de la ficción. Graduado en 1999, cargado de frases filosas y sueños en borrador, se lanzó al siguiente destino.
Primero, la prensa: dos años en The Gazette de Cedar Rapids, donde aprendió a tallar palabras con la prisa metódica del periodista. Luego, la literatura: un MFA en la Universidad de Massachusetts-Amherst, donde las notas al margen de sus investigaciones se convirtieron en las primeras páginas de algo más largo, más ambicioso, más suyo.
La ciudad de Nueva York fue su siguiente escenario. Los veinte años son para los valientes o para los insensatos, y Hill, armado de cuentos rechazados y una determinación de acero oxidado, chocó contra las murallas editoriales hasta que se cansó de golpear. Se refugió entonces en la consola, inmerso en el universo pixelado de los videojuegos, dejando que los días corrieran como partidas interminables. Y fue allí, en esa pausa aparente, donde el escritor comenzó a emerger.
Diez años después, The Nix (2016) lo lanzó de golpe a la cima de las listas y a los catálogos de traducciones internacionales, su nombre compitiendo por el derecho a viajar en cientos de lenguas. Su gran debut fue un tratado sobre la nostalgia y las heridas familiares, una novela nacida de la paciencia y el fracaso reciclado en triunfo. Las conferencias lo llevaron a giras mundiales, donde abandonó las aulas de la Universidad del Sur de Florida por la escena global, y Wellness (2023), con la bendición de Oprah y su Book Club 2.0, lo reafirmó como un cartógrafo de las emociones modernas.
Nathan Hill, el hombre que le dio forma a la derrota, hizo de la espera un acto creativo y encontró en el tiempo perdido su historia más importante.
Versión en Inglés.
Tecnología, amor y «noticias falsas»: Nathan Hill revela el proceso creativo detrás de su nueva novela, Bienestar
En esta entrevista exclusiva con La Gaceta, el escritor estadounidense comparte su admiración por Borges. También reflexiona sobre un tema central en su libro: Amor y redes sociales.
«Tienes que leer El nix¡Es el Lionel Messi de la literatura! «
Todos tenemos ese amigo amante del libro, ese traficante literario que, de vez en cuando, se convierte en la puerta de entrada a nuevas obsesiones literarias. En este caso, las palabras citadas provienen de un tipo conocido no solo por su impecable sabor literario sino también por sus críticas frías y calculadas, siempre medidas, siempre distantes. Por eso, cuando dejó caer esa declaración, su entusiasmo desbordado me tomó por sorpresa.
Como soy el tipo de persona que desconfía de las recomendaciones impulsivas, no reaccioné de inmediato. Supongo que esperaba que me apresurara a la librería y compre el tomo de 700 páginas de un tipo llamado Nathan Hill. Una semana después, insistió nuevamente con un lanzamiento que podría haber sido creado por un algoritmo de Netflix: «Si te gusta John Irving, David Foster Wallace y Jonathan Franzen, Nathan Hill me dejará boquiabierto». Y, por supuesto, eso me convenció.
Empecé a leer, esperando que no fuera eso Bien, con la esperanza de que no me consumiera por completo. Pero el libro destrozó todas mis expectativas. Sí, pude ver las influencias de los autores que había mencionado, pero Hill estaba haciendo algo completamente diferente. Tenía su propia voz, sus propias obsesiones únicas. Y un talento absolutamente alucinante.
Eso fue en 2016. En el momento en que descubrí en 2024 que su segunda novela estaba a punto de ser lanzada, me propuse conseguirlo como un cazador de tesoros, temiendo que no estuviera a la altura de la primera. Pero no, la vida se reinventa sin perder su esencia, continuando creando mundos donde no solo lees, tú habitar. Historias en las que te ríes y lloras junto a los personajes, historias que nunca quieres dejar.
Y aquí, en esta entrevista, más impulsada por los fanáticos que el periodístico, Nathan Hill responde estas preguntas, enviadas desde un rincón lejano del mundo: Tucumán, Argentina.
¿Qué te inspiró a escribir bienestar y cómo se relaciona esta nueva novela con los temas que exploraste en el Nix?
Escribí el primer capítulo hace casi veinte años. Vivía en un pequeño estudio en Queens, y la vista por la ventana era solo una pared de otras ventanas en otro edificio de apartamentos. E imaginé a dos personas, solitarias, jóvenes, vislumbrándose entre sí a través de sus respectivas ventanas y lentamente, desde la distancia, enamorándose. Escribí eso como una historia corta, y en ese momento, en mis veintes, pensé que era fabulosamente romántico. Y luego lo olvidé de ello. Hasta que, muchos años después, recordé a esa pareja. Ahora estaba en mis cuarenta años, felizmente casado durante muchos años, y me di cuenta de que estos dos no eran románticos, eran ingenuos. Eran idiotas. Las fantasías que están proyectando entre sí no tienen nada que ver con cómo hacer que una relación real funcione. Y entonces comencé a preguntarme qué les habría pasado. A medida que crecieron, y a medida que sus fantasías sobre la otra dieron paso a una realidad más complicada, y a medida que el mundo a su alrededor cambió y se hizo muy extraño, ¿qué habría sido de su relación? Ahí es donde comenzó la historia.
En cuanto a los temas de mis dos libros, eso no es realmente algo en lo que estoy pensando conscientemente. Los libros tienden a surgir como sus propias formas de vida únicas, y cualquier relación es puramente accidental. Supongo que ambos libros involucran personajes que tratan con ciertos traumas en su pasado, y ambos libros argumentan que incluso las personas más cercanas a nosotros tienen vastas misterios internos que no nos conocen. Pero en mi opinión, los dos libros son bestias muy diferentes.
El Nix fue aclamado por su opinión satírica de la política y la cultura contemporánea. ¿Cómo diría que el bienestar se acerca a las relaciones humanas de manera diferente o de manera similar?
Puede haber un poco menos de sátira en el bienestar … pero solo un poco. Todavía disfruto mucho burlarme de las cosas que encuentro ridículas. Pero el enfoque de las relaciones es completamente nuevo. En bienestar, quería escribir una historia en la que conoces a los personajes de la misma manera que conoces a tu propio compañero o cónyuge: tanto hacia adelante como hacia atrás, al mismo tiempo. Conoces a las personas hacia adelante mientras vives con ellos y observas sus hábitos y varios tics y rarezas. Y puedes conocerlos al revés mientras conoces a viejos amigos, conoces a sus padres, escuchas historias antiguas, miras dónde crecieron y descubren quiénes eran antes de conocerlos. Así es como sucede en la vida, y quería imitar ese proceso en la novela, que, resultó que era un importante productor de dolor de cabeza. Reorganicé el libro tantas veces hasta que finalmente aterricé en el orden final. Hubo mucha prueba y error.
El bienestar explora el matrimonio y la evolución de una pareja. ¿Cuáles crees que son los mayores desafíos que enfrentan las relaciones modernas?
Estamos viviendo más tiempo que nunca y, por lo tanto, se espera que los matrimonios duren más que nunca. Y creo que el amor definitivamente puede durar con el tiempo, siempre que sea capaz de acomodar los cambios inevitables que trae la vida. Eventualmente, si estás junto con tu pareja durante el tiempo suficiente, descubrirás que tu pareja se ha convertido en una persona ligeramente diferente, y te has convertido en una persona ligeramente diferente, y el mundo es un mundo ligeramente diferente, y si tu amor no es T Flexible, podría romperse. Como nos recuerda un personaje de mi novela: «Si te aferras demasiado a lo que quieres ver, extrañarás lo que realmente está allí».
¿Cómo crees que las redes sociales y la tecnología han transformado las expectativas sobre el amor y la conexión humana, temas que mencionas en el bienestar?Creo que comprender cómo la tecnología da forma a nuestra percepción del mundo es una habilidad crucial para vivir en el siglo XXI. Si estamos en línea, entonces somos objetivos de información errónea y desinformación, y también somos víctimas de lo que podríamos llamar información sobre la información: tenemos acceso a tantos hechos verdaderos que la verdad se oscurece. Es una manga de fuego de información sin contexto, datos sin sabiduría. Por lo tanto, poder notar la diferencia entre hechos y propaganda es enormemente difícil, y luego saber qué hacer con todos esos hechos también es enormemente difícil.
¿Cuál fue el proceso creativo detrás del bienestar y cómo fue diferente del proceso de escribir el Nix?
El proceso de escritura para ambos libros fue exactamente el mismo: trato de escribir todos los días, y mi regla es que debo producir entre cinco y siete páginas escritas a mano por día. Esta regla funciona para mí porque incluso en los días malos, cuando la escritura es difícil, encuentro que todavía puedo excretar cinco páginas pésimas. Pero en los buenos días, cuando la escritura es fácil, me detengo en siete páginas, aunque probablemente podría escribir muchos más. Me detengo porque mañana sé exactamente cómo voy a comenzar, y puedo sumergirme directamente. Y espero llegar a las siete al día siguiente y al día siguiente también. Es más importante para mí entrar en un flujo cotidiano regular que en cualquier día.
¿Qué desafíos enfrentaste al desarrollar los personajes principales en el bienestar y cómo difieren de los personajes de tu primera novela?
Por lo general, no planeo mi historia con anticipación, ni entiendo completamente a mis personajes cuando comienzo a escribir. En cambio, tiendo a resolverlos en el camino. Después de cada oración, y después de cada escena, me pregunto qué vendría después, lógica, emocional, temáticamente, y la historia y los personajes tienden a crecer de una manera orgánica de esos cientos de pequeñas decisiones. A veces esto me lleva a lugares inesperados y encantadores, y a veces a los extremos muertos. Tenía varias subtramas que finalmente no daban a ninguna parte, y los personajes que resultaron ser innecesarios. Es una forma descuidada y probablemente ineficiente de escribir, pero me hace sentir continuamente sorprendido en el camino, y creo que si me siento sorprendido, entonces tal vez el lector también lo haga.
Sus libros mezclan humor, drama y observaciones sociales agudas. ¿Cómo se mantiene ese equilibrio sin dejar que un tono eclipse al otro?
Es muy fácil ir demasiado lejos en una dirección. En los primeros borradores, tiendo a apoyarme en la sátira y el humor, principalmente porque me gusta entretenerme durante los años que lleva escribir un libro. Por lo general, es más adelante en el proceso, cuando he llegado a conocer más a los personajes, que encuentro el corazón, y el drama comienza a surgir. Luego, en revisiones, mi trabajo es encontrar el equilibrio adecuado, como un ingeniero de sonido ajustando los niveles.
¿Qué autores o libros han influido más en su estilo y enfoque narrativo a lo largo de su carrera?
¿Sabes cómo ciertas bandas o ciertas canciones te golpean en el momento adecuado de tu vida? Como, ¿cómo hay algo sobre el momento que permitió que la música te penetrara profundamente y significativamente? Tengo autores que me han hecho eso. Entonces, los efectos en otras personas pueden ser diferentes, pero para mí, diría que encontré a John Irving en un momento de mi vida cuando estaba pensando en convertirme en escritor. Era un hombre joven que vivía en la ciudad de Iowa pensando que podría ser escritor, y vivió en la ciudad de Iowa durante mucho tiempo y escribió estas novelas sobre los jóvenes que eran escritores, y se sentía muy próximo. Luego, en la universidad, descubrí que Donald Barthelme en un momento en que me estaba frustrando con la prosa pesada que me estaban haciendo para leer en otras clases. Su humor y absurdo eran simplemente encantadores. Luego, en la escuela de posgrado, era Virginia Woolf: me encantaba su capacidad para obtener un interior tan increíblemente interno, para habitar a sus personajes en un primer plano extremo, para que el tono de sus libros sea como escuchar la «voz cerebral» de alguien desde adentro.
Tanto el Nix como el bienestar ofrecen críticas de la sociedad contemporánea. ¿Cuál crees que es el papel de un escritor en tiempos de cambio cultural y tensión?
Trato de resistir el impulso que es tan poderoso en las redes sociales para «tomar un lado». Parece que hay una demanda en nuestra cultura de los medios de comunicación de pensar de manera muy binaria y suma, que si eres «anti-este», entonces debes ser automáticamente «pro-que». Pero creo que cualquier idea se mantuvo demasiado rígidamente, demasiado ideológicamente, demasiado inflexible, se calcificará en un error. Por lo tanto, es importante evaluar siempre por qué piensas lo que piensas.
También creo que el trabajo del novelista, o cualquier artista, es resistir el pensamiento automático y los marcos convencionales. El mundo es increíblemente complicado y aterrador, y la reacción natural a eso es erigir estos sistemas de conocimiento totalizadores que nos proporcionan atajos mentales que nos permiten creer que entendemos el mundo. El trabajo del escritor es usar toda su sensibilidad, conocimiento, sabiduría, empatía y habilidad de observación para devolver los matices y las profundidades ocultas del mundo.
Después del éxito del Nix y la publicación de bienestar, qué¿Es el siguiente en tu carrera literaria? ¿Hay algún proyecto próxima que puedas compartir?
¡Estoy trabajando en mi próxima novela! He estado tomando notas sobre la historia durante el último año, y ahora estoy listo para escribir.
¿Has leído algún autor de Argentina?
Por supuesto, soy un gran admirador de Borges, y me recuerda constantemente su historia muy corta «Borges y yo», donde se compara a sí mismo, la persona humana real, con el famoso autor «Borges». Los dos sienten, entre sí, como diferentes personas, que es básicamente lo que todos estamos pasando en estos días. ¿Mi yo social sigue siendo «yo», o soy una persona diferente cuando estoy en línea?
Como escritor, no puede predecir cómo reaccionará la industria editorial o el mercado literario a su libro. Algunos libros se vuelven populares, otros nunca encuentran su audiencia. Entonces, porque nunca se sabe lo que va a pasar, también podrías hacer lo que quieras. También podría disfrutarlo en el camino. Escribe el libro que parece más auténticamente, más ideosincráticamente tú, y ni siquiera pienses en el mercado.
Cinco libros que todos los aspirantes al escritor deben leer.
Esta respuesta parecerá hacer trampa, pero soy completamente serio: relee sus cinco libros favoritos, pero los relee como un practicante, como artesano, analizando cómo se juntan. Léelos como escritor en lugar de como fanático.
Breve biografía del autor
Nathan Hill nació en Iowa en 1975. Antes de convertirse en escritor, era casi un ingeniero: la Universidad de Iowa le enseñó la ciencia de los circuitos y las matemáticas del cuerpo humano, pero también el arte de las palabras. Y Hill, traicionando la precisión de los números, abandonó ese camino para estudiar inglés y periodismo. Se sintió atraído por la promesa de clases de escritura creativa, convirtiéndose en reportero del diario Iowan mientras descubría en secreto la atracción adictiva de la ficción. Graduándose en 1999, armado con frases agudas y sueños inacabados, partió para su próximo destino.
Primero, periodismo: dos años en la Gaceta en Cedar Rapids, donde aprendió a tallar palabras con la urgencia metódica de un periodista. Luego, literatura: un MFA en la Universidad de Massachusetts-Amherst, donde las notas de margen de su investigación se convirtieron en las primeras páginas de algo más largo, más ambicioso, más suyo.
La ciudad de Nueva York fue su siguiente etapa. Tus veinte años son para los valientes o los imprudentes, y la colina, armada con historias rechazadas y una obstinada determinación, se estrelló contra las paredes del mundo editorial hasta que se cansó de tocar. Se refugió en los videojuegos, sumergiéndose en el universo pixelado, dejando pasar los días como rondas interminables. Y fue allí, en esa aparente pausa, que el escritor comenzó a surgir.
Diez años más tarde, el Nix (2016) lo catapultó a la cima de las listas de bestsellers y a los catálogos de traducción en todo el mundo, su nombre compitiendo por el espacio en innumerables idiomas. Su novela fue una meditación sobre la nostalgia y las heridas familiares, un libro nacido de la paciencia y el fracaso reutilizado en triunfo. Las giras de libros lo llevaron por todo el mundo, alejándolo de las aulas de la Universidad del Sur de Florida y hacia el escenario mundial. Luego vino el bienestar (2023), con la bendición de Oprah y su club de lectura 2.0, consolidando a Hill como cartógrafo de emociones modernas.
Nathan Hill, el hombre que dio forma al fracaso, se convirtió en la espera de un acto creativo y encontró en el tiempo perdido su historia más importante.