Moncaya, cantautora española afincada en México, abrió el último espectáculo de Sandra Weil con una actuación que planteó dos preguntas que sorprendieron al público: ¿Qué es ser humano? ¿Dónde está nuestra humanidad?
La colección, denominada Lo-Tek, “que hace referencia a la tecnología de la naturaleza”, busca responder a las preguntas anteriores desde una perspectiva contemporánea, con la tecnología y la inteligencia artificial como nuevos actores de nuestra vida diaria. “Esta colección es un ejercicio, una pregunta, una invitación a reflexionar sobre lo que nos hace humanos y en qué nos diferenciamos de esta inteligencia: ¿qué es verdaderamente nuestra? ¿Qué es realmente nuestra humanidad? ¿Cuál es nuestra propia tecnología humana y espiritual?”, explicó Weil detrás del escenario. «Es una invitación, en lugar de temer a estas nuevas tecnologías o inteligencias, a explorarnos a nosotros mismos, a no tener miedo».
Weil abordó esto metafóricamente, dividiendo la colección en bloques. El primero presentó prendas blancas que recordaban a los astronautas, introduciendo el tema de la tecnología y sus avances como un hilo conductor –o preocupación– con accesorios inesperados como cables, que simbolizan la conectividad, otro tema recurrente en la colección. A esto le siguió un bloque más terrenal, con colores, estampados y motivos inspirados en la naturaleza que parecían venas, ¿o quizás raíces? Luego vino el bloque psicodélico, con colores más vivos pero aún combinando el leitmotiv de tecnología y naturaleza. El bloque final presentó vestidos de fiesta en tonos más oscuros con detalles brillantes, que la diseñadora definió como un segmento “más cósmico”.
Weil también adoptó una interpretación literal de los temas que la conmovieron esta temporada, utilizando estampados que se asemejaban a las líneas de conexión que se ven dentro de una tarjeta de memoria. Estas adornaban piezas clave del catálogo de su marca, incluido su popular corpiño y pantalones holgados plisados, así como nuevas incorporaciones como minivestidos, pantalones cortos y chalecos.
Para una colección que comenzó con preguntas profundas y difíciles de responder, Weil logró ofrecer una propuesta fresca y optimista con un perfil más joven y lúdico. Quizás eso sea lo que distingue a los humanos de las máquinas: la capacidad de encontrar optimismo, incluso en una prenda de vestir.
