Jornada histórica en Francia. La extrema derecha de Marina Le Pen Logró este domingo colocarse como la primera fuerza política del país en las elecciones de doble vuelta para el Parlamento, con un 34,2% del apoyo electoral; seguido por la formación de izquierdas Nuevo Frente Popular, con el 29,1%, y el bloque Ensemble liderado por el presidente, Emmanuel Macron, con un limitado 21,5%. Son datos del sondeo realizado por el instituto Ifop, recogidos por diferentes medios galos.
La proyección apunta a que el grupo que lideran Marine Le Pen podría lograr entre 260 y 310 escaños, lo que implica una posible mayoría absoluta y la formación de un gobierno monocolor en una Asamblea Nacional que cuenta con 577 escaños, informó EP. La extrema izquierda del Nuevo Frente Popular lograría entre 115 y 145 escaños, y la coalición centrista de Macron entre 90 y 120 escaños, lejos de los 245 actuales.
Si las posiciones se confirman en la segunda ronda, que se celebrará el próximo domingo, Jordan Bardella, de Agrupación Nacional -partido de Le Pen- cuenta con grandes opciones para ser promovido al puesto de ministro en sustitución de Gabriel Attal, de la coalición de Macron.
La tensión y expectación que ha rodeado los comicios a los que estaban citados más de 49,5 millones de franceses se tradujo en una movilización máxima del electorado.
Tras cerrarse las urnas, Macron realizó un llamamiento a una «gran concentración democrática» para impedir la victoria de la Agrupación Nacional en la segunda vuelta de las elecciones. El mandatario reclamó «una gran concentración claramente democrática y republicana» contra el partido de Marine Le Pen. Por su parte, el líder del partido de extrema derecha agradeció los votos y realizó un llamamiento para lograr una mayoría absoluta en la segunda vuelta: «Necesitamos una mayoría absoluta. Una participación tan elevada da una fuerza particular al voto», expuso Le Pen, con el argumento de que toca poner en marcha «la recuperación de Francia».
El líder del Nuevo Frente Popular valoró el «regreso» a las urnas de los electores, en particular «de los jóvenes y de los barrios obreros» y advirtió a su vez que retirarán sus candidaturas en la segunda vuelta en las circunscripciones con riesgo de una victoria de extrema derecha.
El presidente Emmanuel Macron Decidia por sorpresa adelantar las elecciones legislativas el pasado 9 de junio tras los catastróficos resultados obtenidos por su partido en los comicios europeos del pasado 9 de junio. La candidatura defendida por la coalición liberal de Macron arañó apenas un 14,6% de los votos frente al 31,4% cosechado por la fuerza de extrema derecha de Le Pen.
Las elecciones actuales no implican cambios en la jefatura de Macron -las elecciones presidenciales tendrán lugar en 2027-, pero sí afectarán a los apoyos con que pueda contar su Gobierno ya que se dirime la composición del Parlamento.
Riesgos de la «cohabitación»
Son las elecciones para la Asamblea Nacional, de donde saldrán los nuevos diputados y se designará al nuevo primer ministro, y se resolverán en dos rondas: la celebrada este domingo y el próximo domingo, 7 de julio. Son comicios que se celebran cada cinco años y donde deben designarse a los 577 representantes de la Asamblea Nacional. Si el diputado no obtiene mayoría en su circunscripción pasarán a la segunda ronda aquellos candidatos que hayan obtenido, al menos, un 12,5% de los votos y ocuparán un sillón en la Cámara el que logrará el mayor respaldo final por cada circunscripción.
La victoria del partido de Le Pen pone sobre el tapete el riesgo de una situación de «cohabitación» que haga convivir el presidente de la República de un partido (Macron) y el Gobierno o primer ministro de otro. Una situación que podría complicar la gobernabilidad y, en clave económica, la adopción de medidas para solventar la situación del país, que acusa un déficit público excesivo.
En 2023 se cerró con un déficit del 5,5% del PIB y para este año se prevé una leve corrección hasta el 5,1%. Un escenario que hace que Bruselas esté ya preparando el expediente para que París entre en el programa de déficit excesivo, ante la dificultad para encauzarlo y reducirlo hasta el 3% a corto plazo, a fin de cumplir con las reglas que exige Bruselas. Además la deuda ya supera el 110% del PIB, hasta los 3,1 billones de euros.
