Por la acción de la #SociedadHorizontal
La semana que inicia terminarán las precampañas. Con el anuncio oficial de que el diputado federal Jorge Álvarez Máynez será quien busque la Presidencia de la República por parte de Movimiento Ciudadano (MC), el tablero está completo. Dos mujeres, Claudia Sheinbaum, al frente de la coalición Morena-PT-PVEM, y Xóchitl Gálvez, por la alianza PRI-PAN-PRD.
En este contexto, la llamada poll of polls o “encuesta de encuestas” que publica Oraculus, en la cual se agregan los resultados de aproximadamente 25 estudios demoscópicos, los cuales marcan la intención del voto por cada partido político, brinda los siguientes resultados en su última actualización para el 4 de enero de 2024: la coalición Seguiremos Haciendo Historia, liderada por el partido guinda, acumula un 60%; el Frente Amplio por México un 34% y el MC un 6 por ciento.
Aún faltan cuatro meses y medio para la elección, no obstante, el escenario que ha definido López Obrador para continuar con su “Cuarta Transformación” avanza.
Si hoy fueran las elecciones, independientemente del número de sufragios, con un 60% Sheinbaum podría tener más votos a los que tuvo AMLO en el 2018. Hace seis años AMLO alcanzó el 53.19 por ciento. En aquella elección, el lopezobradorismo obtuvo 308 diputados de representación uninominal al Congreso de la Unión. En el caso del Senado fueron un total de 69 senadores. En ambas cámaras, la coalición Juntos Haremos Historia logró la mayoría relativa, con lo que pudo modificar leyes reglamentarias sin la necesidad de tener que negociar con la oposición. Aunque una proyección lineal puede no ser del todo correcta para proyectar la votación —toda vez que dependerá de la competencia y, posteriormente, la asignación de diputaciones de representación proporcional—, de mantenerse la tendencia antes prevista, la coalición de Sheinbaum alcanzaría unas 348 curules. De igual forma, en el Senado de la República conseguirían un total de 78 escaños.
Sirvan estas cifras para recordar que los cambios constitucionales requieren de dos terceras partes en ambas cámaras, lo que implica un total de 334 votos en la Cámara baja y 85 en la Cámara alta. La situación con las encuestas como se presentan hoy, significaría que Morena y sus aliados podrían cambiar cómodamente la Constitución en la primera y sólo les faltarían apenas siete senadores para hacerlo en la segunda.
En este contexto, la semana pasada cerró con la noticia de que el próximo 5 de febrero AMLO presentará un paquete de iniciativas de reforma constitucional a unos 23 artículos, que incluirá: modificaciones al Poder Judicial, al Instituto Nacional Electoral y a la Guardia Nacional. También planteará modificaciones al artículo 123 para instaurar que el incremento al salario mínimo no sea menor al monto de la inflación y para que las pensiones “alcancen de forma gradual el cien por ciento de los sueldos percibidos al concluir su vida laboral”. La apuesta de López Obrador es que estas propuestas sean aprobadas por la nueva Legislatura.
Cambios constitucionales de la envergadura que propone AMLO requieren del más amplio de los consensos, de la más profunda deliberación, de la participación de la mayor diversidad de opiniones de todos, absolutamente todos los que pueden verse afectados. Lo que hoy está en juego son modificaciones a la conformación de los Poderes de la Unión y al marco político-electoral. De avanzar inercialmente, se corre el riesgo de que se reinstale el viejo modelo presidencialista, con todos los poderes alineados a una sola persona y partido político, con la excusa del respaldo del voto mayoritario.
Por ello, vale la pena reflexionar sobre los cambios que debe realizar la oposición para volverse más competitiva. Por un lado, urge que Xóchitl relance la meta-narrativa de su campaña, se reencuentre con la ciudadanía y realinee su relación con los partidos. El reparto de cargos que exhibió Marko Cortés, presidente del PAN, recuerda la mala opinión que aún prevalece ante la forma de hacer política de los partidos tradicionales. Esto también hará que MC tenga como principal adversario el “voto útil”.
La #SociedadHorizontal debe involucrarse para lograr que el entorno de participación sea el más competitivo posible, que el análisis y confrontación de ideas sean el motor de deliberación de la elección, que el legislativo sea lo más representativo de la diversidad que hoy existe en México, que también desnude aquellas encuestas que tan sólo son parte de una estrategia de propaganda.