La idea de dar dinero a personas sin hogar sin esperar nada a cambio es un tema controvertido. El argumento común en contra de dar dinero es que las personas sin hogar lo utilizarán para drogas, alcohol o cigarrillos debido a sus problemas de adicción. Sin embargo, un estudio reciente realizado en California cuestiona esta creencia. En 2022, investigadores de la Universidad del Sur de California, en colaboración con la organización sin fines de lucro Miracle Messages en San Francisco, realizaron un estudio para comprender el impacto de ofrecer 750 dólares al mes a un grupo de 103 personas sin hogar seleccionadas al azar en el área de San Francisco. Bahía de Francisco y condado de Los Ángeles. Durante los primeros seis meses del estudio, los participantes asignaron la mayor parte de sus ingresos mensuales a necesidades esenciales. Aproximadamente el 36,6% de su presupuesto se asignó a alimentos, seguido del 19,5% a vivienda, el 12,7% a transporte, el 11,5% a vestimenta y el 6,2% a atención médica. Otros gastos varios representaron el 13,6% de sus ingresos. Sorprendentemente, sólo el 2% del monto mensual se gastó en drogas, alcohol y cigarrillos, y la mayor parte de esta pequeña cantidad se gastó en cigarrillos. Esto desafía los estereotipos sobre las personas sin hogar y sus hábitos de gasto. Sin embargo, el hallazgo más significativo no estuvo relacionado con el dinero gastado en sustancias adictivas. El estudio demostró que aquellos que recibieron los 750 dólares tenían menos probabilidades de permanecer en las calles. El porcentaje de participantes que informaron pasar tiempo al aire libre se redujo del 30 por ciento al inicio del estudio a menos del 12 por ciento en el seguimiento de seis meses. Esta reducción fue estadísticamente significativa y resalta el impacto positivo de brindar apoyo financiero a las personas sin hogar. Este estudio contribuye a un creciente cuerpo de investigación sobre la renta básica, donde las personas reciben una cantidad fija de dinero con restricciones mínimas. Estudios anteriores han mostrado resultados positivos. Por ejemplo, en Denver, los funcionarios de la ciudad proporcionaron un ingreso mensual de entre $50 y $1,000 a 800 personas sin hogar, lo que permitió a los participantes encontrar trabajo, pagar sus deudas y asegurarse una casa. En Stockton, California, otro estudio ofreció 500 dólares al mes a 125 residentes seleccionados al azar que vivían por debajo del ingreso medio de la ciudad. Esta iniciativa también ha tenido resultados positivos, incluido un aumento del empleo a tiempo completo y mejoras en la salud física y mental. Con base en estos hallazgos, sus defensores abogan por una renta básica universal (RBU), proponiendo que el gobierno proporcione una cantidad garantizada de dinero para aliviar el impacto de la pobreza. Algunos incluso sugieren que una RBU puede llegar a ser necesaria para la mayoría de las personas en el futuro si los avances en la tecnología de inteligencia artificial continúan reduciendo las oportunidades laborales tradicionales. Un programa de RBU podría mitigar las consecuencias del desplazamiento laboral provocado por la IA. Incluso si estas predicciones no se materializan, los funcionarios del gobierno deberían considerar el ingreso básico como un medio para sacar a las personas sin hogar de las calles y permitirles convertirse en miembros productivos de la sociedad. ¿Te gustó el artículo? ¡Pásalo!
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