Salud
Adentrémonos en las diversas facetas de la dependencia emocional con la guía del psicólogo Alejandro Vera, proporcionando claridad sobre las categorías existentes y las complicaciones que rodean estas conexiones.
En el complejo entramado de las relaciones afectivas, con frecuencia nos enfrentamos a desafíos que ponen a prueba nuestra resistencia emocional. Ocurre debido a experiencias pasadas o a inseguridades profundas, y en ocasiones establecemos vínculos que no promueven la salud mental que buscamos.
En este viaje, investigaremos las diversas facetas de la codependencia emocional con la ayuda Alejandro Verapsicólogo de profesión, proporcionando claridad sobre los diferentes tipos que existen y las complejidades que implican estas interconexiones.
Es común que, al hablar de esta condición, nuestra mente se dirija automáticamente hacia las relaciones románticas. Aunque este escenario es el más habitual, es importante señalar que la codependencia también puede manifestarse en relaciones con amigos y familiares.
En primer lugar, es esencial entender que la codependencia es un patrón de conexión, una manera específica de relacionarse con otros cuando existe un lazo emocional. Esto no significa que cada relación esté marcada de esta forma, sino que suele ser en las relaciones de pareja donde esta conducta se manifiesta con mayor intensidad.
Formas de dependencia emocional
Antes de abordar los distintos tipos a continuación, es fundamental comprender que no existen categorías específicas de codependencia en sí misma. En realidad, esta se considera un subconjunto de la dependencia emocional. En este escrito, examinaremos cinco formas de dependencia, clasificándolas de acuerdo a su posición en la dinámica relacional y su utilidad, según el criterio del psicólogo Alejandro Vera.
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Dependencia emocional: el apego ansioso
La dependencia emocional, asociada al estilo de apego ansioso, es la forma más común. En este caso, las personas pueden mantener autonomía en su vida cotidiana, pero al establecer conexiones afectivas, tienden a descuidar sus propias necesidades en favor de satisfacer a la otra persona. La baja tolerancia a la soledad es una característica típica, ya que buscan constantemente la presencia del otro para evitar sentirse vacías o abandonadas, llegando a minimizar gradualmente sus gustos en aras de satisfacer a la pareja, según señala Vera.
Dependencia instrumental: la necesidad de la asistencia
La dependencia instrumental se enfoca en la necesidad de otros para llevar a cabo tareas que la persona percibe como desafiantes. Ya sea para la participación en eventos sociales o la creación de un currículum, buscan a individuos fuertes y decididos para asumir el control. Con frecuencia se someten a cambio de que su familiar, amigo o pareja se encargue de las decisiones importantes. Alejandro Vera explica: «Ese otro, suele ser alguien más fuerte, capaz y decidido. Por lo general, suelen elegir a personas con tendencia al control y a ser directivas.»
Codependencia Afectiva: vinculación asimétrica
En esta variante de la dependencia emocional, la persona busca establecer vínculos con aquellos que tienen problemas. El objetivo es que la otra persona dependa de ellos como figura de cuidado. Este tipo de relaciones ocurren en torno a desequilibrios, donde uno cuida y sufre en lugar del otro. «Las relaciones codependientes sirven para poner el foco en el otro (es quién tiene el problema), y para que nos necesite como figura de cuidado», indica Vera.
Dependencia horizontal: inestables equilibrios
La dependencia horizontal ocurre cuando la conexión emocional establece un equilibrio inestable entre las partes. En este caso, la dependencia se fundamenta en la percepción de igualdad, pero puede dar lugar a tensiones y conflictos. Alejandro Vera afirma que no existen relaciones completamente simétricas, y frustrarse por ello no es productivo. La dependencia horizontal se trata de una interdependencia, en la cual ambas personas se cuidan y protegen mutuamente.
Dependencia vertical: las jerarquías emocionales
El experto describe este tipo de dependencia: «Es la que establece, por ejemplo, una madre y su hijo. La madre se encarga de los cuidados y responsables del menor. No obstante, si trasladamos esto a las relaciones adultas, sería el estilo de dependencia que podrían generar una persona codependiente y otra con dependencia instrumental«.
Codependencia y las adicciones: una combinación peligrosa
La codependencia no se restringe únicamente a las relaciones afectivassino que también está asociada con las adicciones. En algunas circunstancias, las personas buscan establecer vínculos con aquellos que sufren problemas con la adicción, lo que añade complejidad a esta dinámica. Alejandro Vera aclara que «no toda persona que opta por estar con alguien que tiene un problema de este tipo es codependiente. Más bien, estamos hablando de un patrón que nos lleva a buscar perfiles específicos de personas».